Intervención humanitaria

Pablo Balarezo

Cuando el pueblo es frenéticamente humillado, el camino de la rehabilitación abre el espacio suficiente para la intervención humanitaria, acción que, las naciones hermanas deben realizar con la urgencia requerida por una población sin derechos, sin principios democráticos. Sumida en la barbarie de una dictadura narco comunista, aberración inimaginable e insoportable desintegrando a la sociedad venezolana. Diariamente salen de su país, 35 mil ciudadanos, pues, el sistema demócrata de su patria ha sido indiscutiblemente anulado, esto indigna al pensamiento racional, y repugna por ser insulto a la inteligencia.

El silencio del gobierno ecuatoriano sobre este tema tan dramático: Enerva, exaspera, aún más, si al grupo de Lima: Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Brasil, Costa Rica, Santa Lucía y Guyana, que son la expresión más sentida de Latinoamérica contra el genocidio cobarde y el salvajismo de la dictadura venezolana, se le quiere imponer con el pretexto de la libre determinación de los pueblos, acepte la presencia de Nicolás Maduro, en la octava Cumbre de las Américas. Presidente, vicepresidente, y canciller ecuatoriana, haciendo oídos sordos a la voz de un pueblo libérrimo que, rotundamente no acepta su reiterado apasionamiento de adulación al socialismo comunismo, con su espectáculo denigrante e incomprensible de tiranía y prepotencia de Cuba, Nicaragua, y Venezuela, pretende presentar la candidatura de la canciller Espinosa a la presidencia de la Asamblea de la ONU. Broma de mal gusto, colmando de inconformidad a los ecuatorianos, quienes ya demuestran su desacuerdo, su protesta, por no cumplir el mandato de la ciudadanía ganado legítimamente en las urnas el 4 de febrero de 2018.