Varios casos de violencia intrafamiliar se suscitan los fines de semana, el alcohol sería un detonante.
La violencia intrafamiliar se agudiza los fines de semana, ya que es donde mayormente se registran estos casos, así se evidencia cuando varias mujeres o familiares se acercan a denunciar en la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) de la Policía Nacional.
Este viernes y sábado pasado se registraron varios casos en diferentes sectores de la ciudad.
Uno de ellos fue en el norte de Ambato el sábado cerca de las 22:50, donde un ciudadano agredió a su cuñada, una adolescente de 17 años por problemas familiares.
Con temor y rastros de violencia en su rostro, la menor Rocío Y., contó a las autoridades que su cuñado de 20 años aprovechó de que su esposa salió a trabajar para iniciar una discusión con la joven.
La gresca se tornó violenta y el ciudadano le habría propinado fuertes golpes en el rostro de la adolescente, quien sangrando pidió ayuda a los vecinos.
El agresor fue detenido por la policía y puesto a las órdenes de la autoridad.
Golpes
Caso similar sucedió en el sector San Vicente, la noche del viernes, donde un ciudadano agredió a su conviviente luego de haber ingerido bebidas alcohólicas en una fiesta.
María, nombre protegido, aseguró que luego de un compromiso social, trató de llevar a su esposo a su casa, pero este se alteró e inició una pelea que terminó con lesiones en su rostro.
Según la ciudadana esta no sería la primera vez que el hombre la agrede físicamente y es por ello que cansada decidió llamar a la Policía para que le brinde auxilio.
Otro caso se registró en Santa Rosa, donde Mayra de 35 años fue agredida por su esposo quien habría estado libando.
Esto sucedió pasado las 02:00 cerca de su casa, relató la víctima.
Sanción
Según las autoridades la violencia se tipifica en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) como física (Art. 156), sexual (Art. 158) y psicológica (Art. 157) por lo que las víctimas no deben quedarse calladas y denunciar.
La normativa establece que las sanciones para este delito varían según el caso y sus agravantes, y pueden ser de meses hasta años de penas privativas de la libertad. (FCT)