La última copa que José Q., de aproximadamente 60 años, la disfrutó, fue dentro de un local de billas, donde ayer murió tras un presunto infarto.
El hecho ocurrió en el interior del establecimiento privado ubicado entre las calles República y 20 de Octubre del centro de Tisaleo.
Fue el hijo del dueño del sitio quien descubrió esta escena, tras observar en las cámaras que José se encontraba tendido en el piso.
Al notar que él no reaccionaba se comunicó con el ECU 911, entidad que coordinó con el Cuerpo de Bomberos de Tisaleo, fueron ellos quienes notificaron del deceso a la Policía.
Procedimiento
Edison Iza, representante de los bomberos, manifestó que recibieron esta alerta cerca de las 16:25, “al momento de nuestra llegada el hombre estaba morado, que es un antecedente de un infarto, él no tenía residuos en la boca, por lo que descartamos que la causa de su deceso sea por atragantamiento”, reveló.
Personal de Criminalística y de la Unidad de Muertes Violentas a cargo del sargento Luis Palacios coordinaron para el levantamiento del cuerpo.
Los peritos al no encontrar ninguna huella de violencia descartaron que esta muerte haya sido provocada, por lo que luego de aproximadamente dos horas realizaron el levantamiento.
El cuerpo fue puesto en la ambulancia de la Fiscalía de Tungurahua para su traslado hasta el Centro Forense de Ambato donde se le realizará la necropsia de ley.
Vecinos
“Mi amigo tomaba mucho, según nos cuentan ha estado con otro amigo, pero este se ha ido minutos antes que ocurriera la muerte”, contó Isidro P.
Él también manifestó que José era oriundo del sector San Jacinto de Tisaleo, pero ya vivía hace algún tiempo en Ambato.
Mientras que Juan Y., otro amigo, reveló que a José lo conocían en el cantón como ‘El Sapito’, quien tenía problemas con alcohol de hace algunos años.
“Mi amigo era soltero y se dedicaba a la agricultura y al cuidado de unos terrenos en Huachi Belén”, agregó Juan, quien estuvo en el sitio hasta el levantamiento del cadáver.
Dueño
Humberto P., propietario del establecimiento, manifestó que cuentan con los papeles para el expendio de bebidas en el interior de las billas.
“José vuelve a libar en este local a los cuatro meses, porque mencionó que el licor estaba caro y en su regreso penosamente halló su muerte”, afirmó Humberto.
El propietario también dijo que facilitará las grabaciones de las cámaras internas de su establecimiento para que se realice las pericias pertinentes y se asegure que esta muerte fue natural. (EV)