“Solo malhechores nomas vienen”, “que se larguen a su país”, “que les expulsen de los trabajos”, “deberían meterlos presos”, “todos los extranjeros son iguales”, “que vayan a matar en su país”, estos y otros comentarios más fuertes son los que se pueden escuchar en las calles de la ciudad como reacción a los acontecimientos de violencia que se registraron en Ambato la semana pasada, cuando un taxista fue asesinado por un extranjero.
La agresividad de a poco va creciendo en la colectividad con el pretexto de mostrar solidaridad, más aún en redes sociales como Facebook, donde se produce y reproduce contenido xenofóbico que, a decir de varios ciudadanos extranjeros ya está causando inconvenientes.
Victoria Analuisa, comerciante, manifestó su resentimiento con las personas extranjeras por varias razones.“Ellos vienen a ofrecer su trabajo regalado y eso nos afecta, ahora con eso que pasó con el taxista da miedo estar al lado de ellos”, comentó. La ciudadana dijo que se sentiría más segura si les deportan.
Situación
“Ahora siento que todos me miran diferente, con ira, con desprecio”, cuenta temerosa Mayra, una joven venezolana que se dedica a vender postres en las calles, y quien se abstuvo de salir ayer con sus ventas pues la actitud de la ciudadanía se ha tornado agresiva.
La joven llegó hace cerca de una año a la ciudad, y a pesar de que no ha conseguido un trabajo estable, la necesidad le obligó a emprender, es por ello que madruga desde las 04:00 a preparar los postres para luego salir a venderlos, mientras cuenta su historia de vida, se escucha a un grupo de personas comentar sobre el asesinato del taxista, “estos desgraciados vienen a hacer lo que les da la gana en tierra ajena”, murmuraban.
Mayra asegura que la situación se está complicando, ya que sus clientes le han cerrado las puertas.
“Nosotros que culpa tenemos de los actos de otra persona, lo único que queremos es trabajar honradamente”, decía, mientras sus ojos se llenan de lágrimas al recordar el sufrimiento en su país, y ahora con el odio con el que les empiezan a mirar de seguro tendrá que migrar otra vez.
Sentimiento similar siente el venezolano Pablo Pondo, quien vende gelatinas, y a quien varias madres de familia ya no le compran e incluso recomiendan a sus amigos no acercarse, solo por el hecho de ser venezolano.
“No todos somos iguales, acaso que estamos aquí porque nos gusta, sino por necesidad”, aseguró.
Pablo tampoco salió a trabajar ayer, pues asegura que incluso mucha gente se acerca amenazante y de forma agresiva le piden que se retire de los lugares donde se paraba a vender.
Efraín Tipan, de 39 años, ve como la gente está con mayor desconfianza, sobre todo hacia los venezolanos, pero cree que se debe tener mucha prudencia.
“No todos son malos, yo tengo amigos venezolanos que son muy buenas personas”, comentó.
Análisis
Para la socióloga Grace Vásquez se evidencia esta tendencia de reacciones xenofóbicas, discriminación y maltrato hacia las personas extranjeras, y lo que esto producirá a la larga es simplemente concentrar mayores cuadros de violencia en la sociedad.
Según Vásquez la ciudadanía no debe dejarse llevar por el momento, ya que existen miles de personas extranjeras viviendo en el país y no se puede generalizar.
“La ciudadanía más bien debe generar espacios de diálogo con autoridades a fin de encontrar alternativas de convivencia en un marco de derechos”, dijo.
Vázquez aseguró que Ecuador ha sido un país que se ha construido en base a la migración, “por lo que es importante recordar que muchos de nuestros familiares salieron a diferentes países en busca de mejores oportunidades, y no por ello se puede generalizar diciendo que todos los que salían eran malos”.
“Existe evidencia que la violencia también la generan los mismos ecuatorianos, los mismos ambateños y no por ello vamos a generalizar diciendo que todos son violentos”, dijo.
La experta aseguró que los medios de comunicación deben profundizar en la problemática, ya que muchas veces se muestra solo un hecho sin análizar el contexto en el que se genera, además, exhortó a la ciudadanía a no reproducir estos mensajes xenofóbicos. (FCT)
Tome nota
Cerca de 236.000 venezolanos ingresaron en Ecuador entre 2016 y septiembre de 2017, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).