Personas con discapacidad de Pelileo aprenden a cocinar

Aprendizaje. Los participantes de estos talleres durante una de sus prácticas en la cocina.
Aprendizaje. Los participantes de estos talleres durante una de sus prácticas en la cocina.

‘Mis primeros pasos en la cocina’ se denomina el proyecto que lleva adelante el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), la Fundación Corazón de María y el Instituto Superior Luis A. Martínez en el cual participan 45 personas con discapacidad.

Este proceso se desarrollará durante todo el año los lunes y martes en las instalaciones de la fundación ubicada en el caserío Olmedo de Pelileo.

El MIES invierte 113.460 dólares para la atención de las 45 personas con discapacidad que acuden a los talleres, dinero que es invertido para alimentación y contratación de un equipo técnico profesional para su atención.

Talleres

‘Mis primeros pasos en la cocina’ se originó por gestión de la fundación Corazón de María, posteriormente se firmó un convenio de cooperación con el Instituto Superior Luis A. Martínez para empezar con un plan piloto, en el cual, los participantes aprendieron a elaborar postres.

Al finalizar este proceso con una casa abierta el año pasado, los participantes demostraron sus aptitudes para la preparación de alimentos, lo cual permitió que se inicie con esta nueva fase.

DATO
Esta capacitación en su segunda fase se realizará hasta agosto.Giovanni Garcés, coordinador de la fundación, mencionó que los participantes en los talleres siempre demuestran interés por aprender cosas nuevas, “después de la primera fase los chicos han mostrado un gran avance”, dijo el funcionario de esta institución que está a punto de cumplir 15 años.

Garcés indicó también que las personas que quieran ser parte de este proceso de capacitación pueden acercarse a las instalaciones de la fundación ubicadas cerca de la iglesia del caserío Olmedo en Pelileo.

Protagonistas

Henry Chimborazo, estudiante del Instituto Superior Luis A. Martínez es uno de los tres tutores que acuden a la fundación a impartir sus conocimientos. “El trabajo con ellos es motivante porque tienen ganas de aprender, muchos de ellos nunca han estado frente a una cocina”, mencionó.

Nelson Silva es uno de los participantes de este proceso, tienen 17 años y según dijo le encanta preparar postres con frutas, este joven tiene discapacidad intelectual y lleva tres años acudiendo a la institución donde aprende a leer y a escribir.

Eddy Lascano también participa en los talleres. “Ya podemos hacer jugos y postres, cocinamos y escogemos todos los ingredientes”, comentó el joven que también tiene discapacidad intelectual y es parte de la fundación hace dos años. (RMC)