En el sector de la Atarazana, Picaihua existen varias empresas dedicadas a la elaboración de guantes de cuero, elemento primordial para la seguridad industrial en obreros o manipuladores de maquinaria.
Este negocio que hace años fue rentable atraviesa actualmente una época de crisis, la producción ha disminuido a menos del 50%, se recortó personal y las ventas ya no llenan las expectativas de los comerciantes.
Para quienes se dedican a realizar estos implementos de protección, la llegada de producto chino y chileno ha ocasionado esta situación, pues el material importado se vende más barato y de a poco ha ganado terreno en el mercado.
Problemas
Carmen Pinto, moradora de la Atarazana, aseguró que se dedica a la elaboración de guantes industriales desde que tenía 12 años, actualmente tiene 35 y su pequeña empresa la comparte con su esposo en su hogar.
Según dijo Pinto, en este tipo de negocios la crisis inició hace más de dos años. “Nosotros confeccionábamos y entregábamos con mi esposo 500 o más pares de guantes semanales, ahora hacemos apenas 200 o menos”, aseguró la comerciante, quien indicó también que su negocio ha logrado mantenerse gracias a sus clientes y conocidos, quienes ya saben de su trabajo y prefieren este producto por su calidad.
“No tenemos nada más a que dedicarnos”, dijo Carmen, quien indicó también que pese a las dificultades seguirá con esta labor que por muchos años ha sido el sustento de su familia.
Inconvenientes
En el sector de la Atarazana se puede observar a varias personas que procesan el cuero antes de convertirlo en guantes industriales de varios colores y tamaños de acuerdo a la necesidad de los clientes.
Lucía Hernández, parte de la empresa Virgen del Cisne que elabora guantes por más de 10 años, mencionó que muchos de los guantes que se realizan se quedan en exhibición, pues la demanda de clientes ha bajado considerablemente en los últimos años.
De igual forma mencionó que el pequeño negocio que expende los guantes fabricados en esta empresa ha optado por vender otros artículos para mantenerse, tal es el caso de zapatos para seguridad industrial, entre otros implementos.
“Esperamos que esta situación mejore porque en este sector hay varias empresas familiares que se dedican a esto y sería una lástima que tengan que cerrar”, dijo Hernández. (RMC)