Los pasajeros que viajan en transporte público a los cantones del sur de la provincia viven diariamente con temor, debido a que vendedores ambulantes suben a los buses a intimidarlos para que los compren.
Según varios ciudadanos, hay gente extraña que al parecer al ver que en el centro de la ciudad ya no pueden vender sus caramelos y amedrentar a los pasajeros, salieron a las periferias.
Situación
“Tengo pocos días que salí de la cárcel de Latacunga, no saben lo duro que es allá, por eso quiero trabajar de esta forma, pidiendo su colaboración”, es uno de los discursos con los que uno de los vendedores informales vende caramelos en el bus.
Patricio Panimboza, oriundo de Tisaleo, manifestó que la presencia de los vendedores es un problema social que va en aumento en el sector de Huachi Chico, donde frecuenta para tomar el bus a su casa.
“A mí, felizmente, no me ha pasado nada, pero el otro día vi como un tipo se aprovechó de un joven que iba solo en los últimos asientos del bus, le obligó a comprarle los caramelos”, dijo.
Según el ciudadano hay gente del sector rural que tiene mucho miedo y por eso siguen comprándoles a estos individuos. “Es que sí amenazan y uno para que no le pase nada accede”, comentó.
El mismo temor siente Daisy Ortiz, moradora de Mocha, quien estudia en la universidad, ya que varias veces ha escuchado estas amenazas.
“Son dos tipos que siempre dicen lo mismo, que según ellos salieron de la cárcel, ya les hemos visto antes por el centro de Ambato en los buses urbanos”, comentó, al indicar que le molesta que les obliguen a comprar con el mismo discurso, y que se requiere más atención de las autoridades.
Temor
Miguel Toapanta, transportista, manifestó que la presencia de personas que venden diferentes cosas en los buses es recurrente, pero que no ha existido problemas, hasta hace aproximadamente un mes cuando siguen apareciendo personas extrañas.
“Son groseros si no les compran, se bajan del vehículo insultándoles” dijo.
El transportista aseguró que también sienten el temor, pero es peor si les impiden subir, ya que ellos arriban cuando el bus está en marcha.
“También nos da miedo porque amenazan, y pueden toman venganza por no dejarlos subir”, cuestionó
Uno de los comerciantes que trabajan de forma regular y que aseguró pertenecer a una asociación, manifestó que sí ha evidenciado que hay gente extraña que viene de vez en cuando a ejercer esta actividad.
“No podemos oponernos, creo que tienen derecho a trabajar, pero deberían hacerlo con respeto”, dijo.
Los operativos de control desarrollados en mayo de este año en el centro y puntos estratégicos de la ciudad se continúan aseguró Vinicio Constante, intendente subrogante, a fin de reducir las acciones delictivas y brindar seguridad a la ciudadanía. (FCT)