Petróleo irredento

Eduardo Naranjo Cruz

Hay hechos que pasan desapercibidos para la mayoría ciudadana y así es como las mafias dan vuelta los tornillos y retornan silenciosamente, sistemáticamente en el sector petrolero, eléctrico y de telecomunicaciones, nidos a donde siempre van a anidar gánsteres de la política en pos del botín.

Cuando creímos ver un cambio en la restauración de Petroecuador, al nombrar un técnico capaz y honesto como Carlos Tejada, que conocía de sobra las venas de esa empresa tan manoseada, él creó una comisión anticorrupción con la gente de adentro que conoce muy bien los caminos torcidos de las manos negras, pero fue despedido de una.

De inmediato se cambia la fórmula de contratos de operación petrolera y se publicita como una maravilla, cuando pagar con petróleo es menos beneficioso, los comprometidos “hablan de inversiones”, que nunca se cumplen y se benefician con el precio del petróleo que reciben como pago, claro una empresa desmantelada como Petroecuador y con nula capacidad financiera para cumplir con los contratos de servicios y escaza fiscalización no queda más que entregarse al negro capital.

Hechos recientes señalan una dolorosa realidad, donde el dinero manda nadie bueno se salva y retornan sutiles formas de atraco, como esos pillos llegados de la política que robaron sin descaro, acá en cambio el perjuicio ahora es camuflado. Los social cristianos volvieron, los bucaranes, al igual que Charly Pareja, no Capaya, sino el millonario que se hizo como amarrador de contratos malos para el Estado y buenos para los otros.

Tesoro de todos es el petróleo, pero beneficio gigantesco para la oscura rosca oculta, que siempre está tras el poder y ahora regresó con voracidad. Hay pájaros que poco saben de esta compleja industria pero siempre vuelven para los “negocios”.

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