Existen tres zonas expulsoras de trabajo infantil en Tungurahua

Problema. Los infantes de las comunidades buscan su sustento en las ciudades.
Problema. Los infantes de las comunidades buscan su sustento en las ciudades.

De Pasa, Quisapincha y San Fernando provienen en su mayoría los niños que trabajan en la provincia.

La presencia de niños en las calles buscando ganarse unas monedas se ha convertido en una escena cotidiana, ya que pese a los intentos estatales por erradicar el trabajo infantil este es un problema social que no da tregua.

En un 8% sube el índice de menores realizando labores no acorde a su edad en la temporada de vacaciones en Tungurahua, así lo ratificó Fabricio Velasteguí, director distrital del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).

Por ello emprendieron con el proyecto de colonias vacacionales, que busca dar alternativas a los infantes para que realicen actividades recreacionales en vez de salir a las calles.

Situación

En los diferentes cantones de Tungurahua se han logrado recuperar a niños que están en situaciones de riesgo, y con la cooperación de técnicos del MIES son nuevamente retornados a sus familias.

Estas acciones permitieron determinar que las parroquias de Pasa, Quisapincha y San Fernando son las principales expulsoras de trabajo infantil, pues del total de menores recuperados el mayor número provienen de estas tres parroquias.

Velasteguí explicó que las ciudades donde este problema es más preocupante son Ambato, Baños y Pelileo, cantones donde semanalmente se retiran alrededor de 15 a 18 menores de edad que están inmersos en el comercio informal.

El 65% de niños en estas situaciones son de Ambato, por ello se destinaron recursos para el funcionamiento de centros de erradicación de trabajo infantil en Pasa, Quisapincha, San Fernando, Atahualpa, Izamba y el centro de Ambato, donde los niños y los responsables de su cuidado son capacitados para evitar que corran peligro.

Testimonios

Teresa Chaluisa, moradora de Quisapincha, manifestó que ella ha logrado observar que cada temporada vacacional un número considerable de niños se ausentan de sus hogares.

“Se sabe que se hacen grupos y bajan a la ciudad a vender o a limpiar zapatos, algunos se acostumbran y ya no regresan”, expresó, además dijo que ella prefirió inscribir a sus hijos en las colonias vacacionales por segundo año consecutivo.

Mientras que Estiben L., de 11 años, quien se dedica a limpiar zapatos, comentó que él prefiere salir a trabajar para ayudar a su familia. (MR)