“Operación limpieza”

Juan Sebastián Vargas

Así lo llamó Daniel Ortega a su violenta ofensiva armada contra la ciudad de Masaya en Nicaragua bastión de los opositores, operación que inició desde la madrugada del pasado lunes, ingresaron entre 1.500 y 2.000 hombres con armas de todo calibre y encapuchados entre ejército, policía y paramilitares, en su paso no les importó disparar a mansalva, no se podía obtener reportes de periodistas porque la policía cercó la ciudad, la orden de Ortega era que cualquier vicio de resistencia debía ser eliminado antes del aniversario por los 39 años de la revolución sandinista, iban acompañados de palas mecánicas para derribar las barricadas, la resistencia se concentró en el barrio indígena de Minimbó pero los paramilitares no tuvieron piedad, dispararon con armas AK y M16, los mismos quedaron evidenciados en las paredes de las casas, en los árboles y en los vehículos estacionados en las calles, la consigna era “plomo y sangre” no importaba si eran mujeres, niños o religiosos, las campanas de las iglesias sonaban para alertar a la población del ataque pero era infructuoso igual entraban a ellas, además, los paramilitares hicieron capturas ilegales como una especie de “cacería de brujas” contra los pobladores que participaron en las marchas contra el gobierno.

Nicaragua cumplió tres meses de enfrentar una crisis política que ha dejado más 350 muertos y Daniel Ortega al mejor estilo de cualquier ‘dictadorzuelo’ no ha tenido empacho en reprimirlas con bala como acostumbran aquellos líderes que se jactan de salvadores de la patria y que al final de cuentas terminan traicionando los principios que falsamente pregonaban, lo hizo Chávez, lo hace Maduro, lo quiso hacer Correa y es que están acostumbrados a ello, a perpetuarse en el poder a enriquecerse y a manejar todo a su antojo, son autoritarios, no les gusta el consenso, callan a quienes no opinan como ellos, son opresivos y totalitarios no respetan los derechos humanos, quieren controlar todo y generalmente lo hacen desde un partido político, su tendencia es limitar las libertades personales e impedir la crítica, son regímenes arrogantes y por cierto, se han inventado un nombre….. lo llaman “socialismo del siglo XXI”.