Suicidios

La modernización no deja espacios en ninguna región, será acaso por la presencia de los adelantos de la ciencia, la tecnología, el trabajo que no deja espacios para el diálogo de los padres y sus hijos, lo que ha producido una novedad que ha llamado la atención de las autoridades y de la sociedad, luego de que en un mes cuatro adolescentes han segado su vida por voluntad propia.


No creo que se haya esperado semejante noticia y por lo mismo ahora que se la conoce, ha causado una serie de reacciones de parte de las autoridades judiciales y educacionales. Las autoridades realizarán sus estudios y apreciaciones, dictarán seminarios de comportamiento para los estudiantes adolescentes, ofrecerán contingencia y en poco tiempo todo estará olvidado.

Lo que debían realizar los encargados lo habrán puesto en práctica, pero el problema será pasado por alto hasta que se presente otro caso. Parece ser que los padres de familia van entregando la responsabilidad de la formación de sus hijos a la escuela y al colegio y más aun a las circunstancias diarias, sin tomar en cuenta que el primer testimonio de buen comportamiento lo deben conocer en su hogar.


Se culpará a la falta de tiempo de los progenitores que por llevar el pan a su familia no les queda espacio para dialogar con sus hijos.


Los motivos de esta actitud no son nuevos y al contrario según estadísticas cada 40 segundos en el mundo un adolescente pierde la vida.


Se conoce que por la depresión, las drogas, el alcoholismo, las malas calificaciones, los embarazos, las causas más conocidas, se producen este tipo de acciones.


La familia es el pilar fundamental para que los hijos sepan desenvolverse en sociedad, pero gracias al diálogo, el buen ejemplo, la preocupación cotidiana de las actividades que realizan.

No se puede negar que las situación actual de ocupación de los progenitores deja poco espacio para la preocupación de lo que los hijos necesitan, pero hay que buscar el espacio suficiente y diario para el diálogo, no sea que sin notarlo los hijos se vayan alejando del buen comportamiento, hasta llegar a su muerte.