Homenaje al General

Jaime López

El país está viviendo una época post-correísta programada por sus autores, llena de incertidumbres y presagios, de fugas por la puerta de atrás y de arribos sin ganas, de opacidad que impide visualizar claramente el futuro, en suma, el país vive momentos colmados de agresividad y angustias que atentan contra la esperanza individual y colectiva, pero que igualmente obliga a seguir creyendo, sin desmayar en el intento, enarbolando furia, coraje, creando respuestas y una nueva piel para cobijar al orgullo de ser y al grito profundo que emerge incontenible desde las entrañas que le dice al mundo que aún estamos vivos, que vamos a superar a la delincuencia correísta identificando, día tras día, año tras año, a los que integrando la cosa nostra criolla creyeron que nunca iban a ser descubiertos y que podían gozar de los millones que robaron para atesorarlos en sus arcas y áticos, lejos de nuestras fronteras. Ya están cayendo los que se ocultaban tras la verborrea diseñada para permanecer ocultos, sorpresivamente aquel adorado por las sumisas, ha callado en estos días, seguramente temeroso estará esperando saber lo que diga uno de sus principales secuaces, porque otro que acaba de renunciar humildemente a sus labores, en el régimen actual, ha dicho que nunca fue consecuente con el protagonista de las sabatinas. Esta valentía suena a cobardía simulada. Que caigan también los que siguen ocultando el famoso tercer producto elaborado por el argentino Meza y que este sujeto deje de ser el cómplice del asesinato del General y no siga declarando absurdos que confunden e indignan. La memoria del General Gabela exige que el Presidente Moreno, los Ministros, Secretarios, le digan al país la verdad que todos sospechan, antes que las puertas de las fronteras se abran para dejar escapar a los criminales, a los que Meza los tiene identificados. Es el homenaje que el General y su valiente compañera merecen de todos nosotros. La comisión designada por la Asamblea que deje de acariciar al perito Meza y que no lo conviertan en perrito de cabecera, que le exijan que hable claro. El General Gabela, su digna y valiente compañera, han escrito ya una página en el libro de nuestra historia nacional que nunca se olvidará.