Pienso observo y se me pasa

José Naranjo

En más de una ocasión se me propuso intervenir en política y siempre rechacé la posibilidad por los ejemplos nada felices que he presenciado y vivido como ciudadano desde que tengo uso de razón de lo que ha sido la historia vida política de mi país, he pasado una juventud donde un candidato le bastaba un balcón para ganar por cinco ocasiones la presidencia, luego de las dictaduras militares pasamos al retorno a la democracia y allí si hemos tenido de todo como en botica hasta llegar a la década donde todo lo que se diga resulta poco para calificar lo que lograron; estamos estupefactos que día a día se destape lo que fueron capaces de hacer y deshacer para sostener su macabro plan de emular a los totalitarismos implantados en algunos países del orbe que se han tornado para sus pueblos en desastres de la magnitud de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Con estos ejemplos tan decidores mantengo la tesis de que tenemos la culpa de lo que nos acontece al no querer involucrarnos en política dejando el campo libre a las sabandijas que siempre pululan por estar en la palestra a cualquier costo, de lo que estamos siendo testigos seguramente minará en los honestos el deseo de intervenir en las elecciones venideras y tal vez no atreverse a participar se justifica, entonces pienso observo y se me pasa, pero me pasa como un trago amargo que me quema por dentro al haber permitido que se pierda la más grande oportunidad de que el futuro para mis hijos y nietos pudiera ser promisorio; no podemos permitir entonces que continúen los que inclusive a la narco política le guiñaron el ojo, entonces también se me pasa y sé que debo aunque sea desde esta trinchera animar a los honestos a no permitir que en el 2019 vuelvan los mismos corruptos aunque se presenten tuneados pretendiendo enquistarse en los gobiernos seccionales donde ya anuncian sus candidaturas.