El corrupto medra en el caos

José Naranjo

El desorden la confusión es el ambiente propicio para que la corrupción se arraigue, hay la intención en que las cosas no se arreglen, algunos incluso procuran aparecer como los más interesados en solucionarlos y se insertan en comisiones tendientes a investigar y encontrar lo mejor para zanjar problemas puntuales o incluso en convertir estas propuestas en reglas que supuestamente enderezan toda la problemática social de la comunidad y conducen muy hábilmente a que se hagan leyes, reglamentos u ordenanzas que encubren protervos fines; preocupa a la ciudadanía de Ambato como algunos barrios se transforman de un tiempo a esta parte en sectores donde los bares y discotecas tienen una presencia excesiva que altera a la comunidad; por ejemplo, el barrio Santa Catalina de la parroquia Huachi Chico en la Av. José Peralta desde el redondel sur hacia la salida a Guaranda, cuyos moradores ya han presentado el reclamo a las autoridades respectivas pero hasta el momento no existe una real solución a la falta de paz que se vive en especial el fin de semana.

Otro ejemplo, en el barrio 12 de Noviembre los moradores no alcanzan a comprender como la seguridad y por tanto la plusvalía de sus propiedades está siendo tan afectada por la presencia de ventas informales y además convertido en un gran prostíbulo al aire libre con la consecuente presencia de proxenetas y malandrines.

Al corrupto le interesa que actividades prohibidas estén latentes porque le conviene medrar de la situación, el caos es aliado del burócrata deshonesto que tendrá una fuente permanente de ingresos provenientes de la extorsión a los malos ciudadanos que no acatan las normas y ordenanzas; los servidores desde la más baja jerarquía con la complicidad de funcionarios medios y altos obtienen ilícitamente jugosas ganancias aunque de boca para afuera ofrezcan soluciones que en el fondo no se logran por así convenir a sus intereses personales o de grupo.