Diómedes Palacios
Durante esta semana, la península de Crimea, misma que fue objeto disputa entre Ucrania y Rusia en 2014, sufrió un atentado que hasta la fecha registra 19 fallecidos y varios otros malheridos. Este atentado se efectúa tiempo después que se inaugurara el puente simbólico que une la península con el territorio ruso. El atentado se produjo en la escuela politécnica de Kerch. Pese a que en un inicio los expertos declararon el evento como un ataque terrorista, seguido se confirmó que fue un joven el responsable de este incidente.
El Comité de Investigación de Rusia informó que el ataque se efectuó con un arma de fuego, lo que desencadenó en un ataque en masa. Una explosión dio como resultado el ataque que alertó a la península y, hasta el momento, continúa en investigación. Expertos identificaron a Rolyakov, de 18 años, como el actor de este atentado, a quien aún siguen investigando. No obstante, la prensa publicó información del atacante, de quien se dice odiaba a la institución de educación así como a algunos de sus miembros. Pese a que compañeros del joven aseguran que era una persona muy solitaria, las investigaciones sobre el caso siguen abiertas.
Todo ello pasa cuando el cisma de la iglesia ortodoxa se ha profundizado tras las últimas declaraciones de las iglesias ortodoxas en Ucrania y Rusia, con la ruptura de las relaciones con el patriarcado de Constantinopla. La última crisis de este estilo fue en 1054. Esta decisión es un efecto de la geopolítica estratégica de cohorte social-religioso. Esto a decir verdad, puesto que Putin considera que la iglesia ortodoxa es un flanco estratégico en la zona ucraniana, tierra que se considera como origen de la nacionalidad rusa. ¿Será que la tensión Rusia-Ucrania se incrementa? ¿Usted qué cree?