Pasó por todas las funciones como un comodín sin pena ni gloria. Como economista en Finanzas se le recuerda por ‘espantar’ a los mercados diciendo que no pagaría los bonos para después hacerlo. Coincidió con la muerte de su denunciante Quinto Pazmiño y su esposa. En la Cancillería en 2010 se vio inmiscuido en las ‘narcovalijas’ conteniendo 80 jarrones con 40 Kg de cocaína líquida. Extrañó los detenidos ecuatorianos en Italia y ninguno en Ecuador. Como Ministro de la Defensa recibió la sospechosa donación china de 10.000 fusiles AK-47 que nadie sabe dónde están. La Contraloría no logra desentrañar el misterio de las millonarias colaboraciones extranjeras y préstamos de bancos foráneos que, olvidando a Manabí, sirvieron para compensar el déficit fiscal por el gasto exagerado del prófugo. Patiño llama a la rebelión con cierre de carreteras, invasión de oficinas y todo lo que prohibió en la década podrida. Tendrán que acusarle de terrorista.
Carlos Mosquera Benalcázar
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