Emprendedores que son parte de la historia ambateña

DON MARIO
DON MARIO
LA ESQUINA DE LAS FRUTAS
LA ESQUINA DE LAS FRUTAS
LOS HELADOS DE LA CATEDRAL
LOS HELADOS DE LA CATEDRAL
LAS ROSQUITAS DEL PORTAL
LAS ROSQUITAS DEL PORTAL

En el centro de la ciudad existen personas que durante décadas, han optado por salir a las calles a vender sus productos con el propósito de llevar el sustento diario a sus hogares.

Ellos, con el pasar del tiempo, se han convertido en personajes queridos y reconocidos por la ciudadanía, ya que se han ganado el cariño y respeto de sus clientes y son ejemplo de superación. (OA)

Los hot dogs de ‘Don Mario’

En la esquina de la calle Sucre y Martínez todos los días llega un furgón, en el que Laura Narváez junto a sus hijos se dedican a vender papas fritas, hamburguesas y en especial los hot dogs que son los más solicitados por su clientela.

El mentalizador de este emprendimiento fue Mario Narváez, quien llegó desde Quito en 1949 a radicarse en la ciudad, sin importar que Ambato haya sufrido un terrible terremoto.

En aquel entonces ‘Don Mario’ tenía 20 años de edad e inicio vendiendo jugos y sánduches en una carreta que él mismo construyó, ya que en su niñez había aprendido el oficio de mecánico.

Según cuenta su hija, el negocio que hasta ahora se mantiene empezó en 1951, justamente en la primera edición de la Fiesta de la Fruta y de las Flores, convirtiéndose en uno de los puestos de comida rápida más famoso de Ambato.

En 1978, fruto de su arduo trabajo y el de sus hijos adquiere el icónico carro que hasta el momento transita por la ciudad. La propietaria contó que su padre compró solo la cabina del auto, ya que él iba construir el furgón a su propio estilo.

Después de algunos años, en 1981, por fin realizó el traspaso en el Municipio de carreta a carro, y desde ese tiempo el puesto de ‘Don Mario’ se ha convertido en un ícono de la vida nocturna de la ciudad.

Frutas en la ‘esquina de la pulmonía’

Uno de los puestos de venta de frutas que con el tiempo se ha convertido en tradicional de la ciudad, es el de Emitelia Basantes, una mujer de 58 años, que labora alrededor de 30 años en la esquina del edificio de la Mutualista Ambato, más conocida como la ‘esquina de la pulmonía’, en la Avenida Cevallos y Mera.

Su jornada de trabajo inicia a partir de las 10:00 hasta las 19:00 de lunes a domingo, ubicando su producto en una pequeña estructura de metal y vidrio que sirve como mostrador para que el cliente pueda elegir y comprar la fruta.

Manzanas, peras, duraznos y otras frutas, brindan color a esta parte del centro de la ciudad que se caracteriza por los altos edificios y el presuroso caminar de los transeúntes, quienes se detienen por minutos a comprar una fruta fresca.

La comerciantes, manifestó, que sus principales clientes son las personas que trabajan en los bancos y empresas del centro, quienes a media mañana prefieren alimentarse sanamente y comprar sus productos.

“Yo traigo la fruta del mercado mayorista, y ahora por la escases de fruta nacional se adquiere la importada, y el precio que se vende aquí es un poco alto”, contó Emitelia.

Los vecinos que pasan por el sitio le saludan atentamente y describen como una mujer luchadora y con buen sentido del humor, convirtiéndole en uno de los personajes más queridos por las personas que a diario transitan por este sector.

Los helados de la Catedral

En la esquina de la iglesia de La Catedral se encuentra ubicado un carrito de helados de mora cuyo propietarios es Segundo Oña, quien labora en ese sitio alrededor de 30 años, y su horario de atención es de 10:00 hasta 17:30 de domingo a domingo.

Desde tempranas horas todas las mañanas elabora sus helados con mora y hielo, para luego venderlos, en aquella esquina que todas la personas que lo conocen se detienen para saborear su rico manjar e inclusive aprovechando la señal de pare del semáforo los conductores le hacen gasto.

Oña, cuenta que antes de ubicarse en este sector él era un vendedor ambulante, que recorría todo el centro de la ciudad e inclusive por plazas y mercados ofreciendo su producto, hasta que después de dos años, eligió quedarse en dicha esquina.

Sus helados de mora son conocidos por muchas personas dentro y fuera de la ciudad e inclusive han sido degustados por reconocidos personajes públicos del país, afianzando aún más el rico sabor que tiene la gastronomía ambateña.

Según el propietario, este negocio ha ido creciendo paulatinamente y ahora tiene la satisfacción de generar empleo, ya que contrató a dos muchachos para que le ayuden, dijo el dueño.

Las rosquitas del Portal

En la parte exterior de la Casa del Portal se ubica un pequeño puesto de venta de pan, el cual ha permanecido por más de 100 años en lugar. Este es un sitio preferido por las personas que transitan por ahí para comprar y disfrutar de una deliciosa rosquita.

Carina Carrillo, actual propietaria del negocio, manifestó que hace dos años asumió el puesto, al fallecer don Fausto antiguo vendedor, luego de permanecer en el sitio alrededor de 50 años.

Carrillo, contó, que su suegra era quien les distribuía el pan a las personas que vendían en este puesto, convirtiéndole a las rosquitas y el mollete de pan en una tradición de la ciudad.

“Este puesto por su antigüedad está considerado como parte del patrimonio histórico de la ciudad, por tal razón existe un permiso otorgado por el Municipio de Ambato”, dijo la comerciante.

Además, mencionó que las personas de 70 a 80 años siempre vienen con su helado de mora a comprar una rosquita, ya que según ellos esa era la golosina cuando eran jóvenes.

La atención a la ciudadanía es de lunes a viernes de 08:00 a 13:00, en donde se ofrecen los tradicionales molletes, rosquitas, empanadas de queso, pie de piña, tortas de naranja y zanahoria y por temporada las ‘guaguas’ de pan hechas a horno de leña a precios muy cómodos.