Trabajo duro y constante

LEGADO. José Lligalo escribió el libro ‘La memoria del cóndor’.
LEGADO. José Lligalo escribió el libro ‘La memoria del cóndor’.

Un ejemplo a seguir

Juan José Lligalo tiene 73 años y nació en la comunidad de Chibuleo San Francisco de la parroquia Juan Benigno Vela. El ‘Taita’ se destaca por su manera de pensar y la lucha por alcanzar sus ideales.

Es un líder histórico de las organizaciones indígenas de Tungurahua, con una trayectoria de varios años como maestro intercultural bilingüe y una vida dedicada a la agricultura, la investigación de las tradiciones y la lengua.

Uno de los logros alcanzados por Lligalo fue escribir su primer libro titulado ‘La memoria del cóndor’, un texto que recopila cuentos y leyendas de la comunidad de Chibuleo, el cual fue publicado el año pasado gracias al apoyo del colectivo Mosaico Espacio, y el Ministerio de Cultura y Patrimonio.

En noviembre del 2017, la Municipalidad le otorgó la distinción Juan Benigno Vela, en mérito y reconocimiento de su amplia gestión social en beneficio de los movimientos indígenas de Tungurahua.

“Al recibir ese reconocimiento me sentí muy feliz porque no se ve muy seguido que den un homenaje a un indígena de la comunidad de Chibuleo”, manifestó José Lligalo.

Además, en junio de este año, en el tercer foro ‘Construyendo sueños ciudadanos’ organizado por el Centro de Formación Ciudadana y Observatorio Municipal recibió un reconocimiento por su gestión cultural al rescate de los saberes y costumbres de su comunidad. (OA)

La educación fue su impulso

Saúl Lara Paredes, canciller y fundador de la Universidad Tecnológica Indoamérica (UTI), es uno de los personajes de la ciudad que durante más de tres décadas ha trabajado por cumplir sus sueños y metas, sin dejar de lado los principios y valores que lo caracterizan.

Sus estudios primarios los realizó en la Escuela Luis A. Martínez, la secundaria en el Colegio Bolívar y se graduó en la Politécnica Nacional de Quito obteniendo el título de Ingeniero en Sistemas.

Lara, contó que desde que salió del colegio siempre le gustaba ayudar a resolver problemas de matemática o física a sus familiares, sin esperar ningún beneficio económico y eso le motivó a seguir enseñando luego de haber culminado la universidad.

Es así, que empezó a soñar en cómo Ambato podía tener un centro de educación superior de calidad. Al inicio fue difícil, mencionó Lara, porque había personas que no estaban de acuerdo con la Universidad Tecnológica Indoamérica (UTI), pero al ver que los estudiantes que se graduaban empezaban a progresar se dieron cuenta que la institución iba por buen camino, puntualizó.

Además, mencionó que durante estos años, la UTI se ha consolidado como una institución formadora de profesionales con un alto nivel académico y de investigación, y con un cuerpo docente calificado y en constante capacitación.

Saúl Lara Paredes, recibió una placa conmemorativa por parte de la Municipalidad de Ambato en reconocimiento a su liderazgo y trabajo por mejorar la educación. “Es agradable recibir un reconocimiento y a la vez de mucha responsabilidad, ya que nos compromete a seguir trabajando con sencillez y humildad”, añadió.

Deporte. A los 4 años, Alfredo Cobo, empezó a andar en bicicleta.
Deporte. A los 4 años, Alfredo Cobo, empezó a andar en bicicleta.

Su amor y compromiso con el ciclismo

El ciclista Alfredo Cobo nació en Quito el 28 de octubre de 1936, es viudo y padre de cuatro hijos, se graduó en el Colegio Juan León Mera La Salle de Ambato.

Cobo, contó que el amor al ciclismo nace a la edad de 4 años, ocupando la bicicleta de su hermano y a los 17 años su padre decide apoyarlo comprándole una propia para que participe por primera vez en una competencia interbarrial llevándose el primer lugar.

Además, mencionó que en sus 81 años ha participado en más de 100 competencias logrando triunfos significativos, y la que recuerda con satisfacción es la participación por primera vez en la ‘Vuelta a la República’ a sus 65 años.

Para Cobo haber roto el récord mundial de la hora en la categoría octogenario le llenó de mucha alegría, ya que pudo demostrar que todavía sigue encendida la llama del triunfo, señaló.

A pesar de que no nació en Ambato, él se siente ambateño, ya que parte de su adolescencia vivió en la ciudad, y haber recibido un reconocimiento por parte de la Municipalidad le llena de mucho orgullo, puntualizó.

Esfuerzo. A partir de la desaparición de su hija, Yanera no ha dejado de buscarla.
Esfuerzo. A partir de la desaparición de su hija, Yanera no ha dejado de buscarla.

Una búsqueda incansable

Yanera Constante, una madre responsable, cariñosa y abnegada a su familia nunca imaginó que una de sus hijas, Geovanna Paulina Pérez Constante, iba a desaparecer un 4 de diciembre del 2010.

La familia Pérez desde que ocurrió el lamentable suceso por iniciativa propia mandaron a imprimir afiches que los distribuyeron en todo el Ecuador.

Con lágrimas, manifestó que aún mantiene la esperanza de encontrar o saber qué le pasó a su hija. Durante todos estos años ha enviado oficios a las autoridades de turno para que le ayuden a encontrar a su “niña” y no ha obtenido respuestas favorables, dijo Constante.

Hoy, Geovanna tendría 27 años y su madre solo implora al Gobierno Nacional que tome en cuenta su caso.

Yanera informó que para el 4 de diciembre de este año se va realizar una protesta en Ambato, ya que se cumplen ocho años de la desaparición de su hija.

El Municipio meses atrás le entregó un reconocimiento por el esfuerzo y la lucha incansable por encontrar a Geovanna, sin embargo, a pesar de sentirse honrada lo que pide es el apoyo de las autoridades para que la ciudadanía conozco el caso.