Acuerdo de París

Iván Paredes

El tres de diciembre próximo se llevará a cabo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2018, denominado CPO-24. Los países miembros tienen la ardua tarea de llevar a efecto el Acuerdo de París, más cuando, los avances para alcanzar los logros deseados han sido poco fructíferos entre las partes, tanto por la poca predisposición demostrada, como por la falta de interés en invertir a favor del cambio climático a nivel mundial. Haciendo un recuento, el Acuerdo de París se estableció con el objetivo principal de reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, para reducir la vulnerabilidad de los sistemas sociales y biológicos, disminuir la violencia e intensidad de las concentraciones de los gases de efecto invernadero y su almacenamiento, y que se regrese a su estado original y natural los ecosistemas producto del calentamiento global, Acuerdo que iniciará a partir del año 2020. Pero, la principal preocupación para que se lleve a cabo este gran acuerdo a favor de la naturaleza y la vida misma, es que, algunos países encabezados por Estados Unidos han desistido en que se gaste los cien millones de dólares anuales que se comprometieron a invertir en el año 2015 (COP21), donde acordaron que los Estados más avanzados debían destinar dicho rubro para proteger el cambio climático que se presenta en los países de menor prosperidad y que han sido afectados por la falta de responsabilidad de las industrias transnacionales que se han usufructuado de los recursos naturales sin la menor protección, es más, por la desmedida ambición económica han explotado los territorios de estos países pequeños dejando miseria, enfermedades y destrucción, como lo sucedido con la empresa Texaco en nuestro país, para colmo han dicho que se debe tomar en cuenta los préstamos realizados, sin considerar los interés que han ganado y la pobreza que ha generado.