‘Para tener un CNE fuerte hace falta transparencia’

ENTREVISTA. El consejero Luis Verdesoto recibió en su oficina del CNE a Diario La Hora.
ENTREVISTA. El consejero Luis Verdesoto recibió en su oficina del CNE a Diario La Hora.

‘Es compleja la situación de un organismo que ha tenido 10 años de dependencia de un solo partido político’.

El consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE), Luis Verdesoto, analiza la situación del organismo y la proyección de la labor que tiene con miras a las elecciones seccionales que se cumplirán en marzo de 2019. Sostiene que “en este momento hay la urgencia de buscar los mejores diseños”. Así habló con La Hora.

¿Ya se superaron las diferencias internas que se evidenciaron en la primera sesión para la elección de autoridades?
Sí, creo que lo fundamental ha sido una manifestación clara de que este organismo está conformado por gente que quiere la democracia. Las diferencias iniciales mías han sido marcadas sobre el excesivo apresuramiento que pudo llevar a errores que podían ser en su momento complejos, pero que en este rato hay un intento obvio de trabajar con la mejor orientación para que el país, y sobre todo en un proceso tan delicado para el mejoramiento de la calidad de la democracia, siga adelante.

¿Hubo disputa interna por la presidencia del CNE?
Hubo criterios diferentes…

¿Cuáles por ejemplo?
Cómo se debe conducir esto, qué tipo de modelo de gestión se debía dar, pero se han ido limando y en los siguientes días logramos un acuerdo común.

Su nombre sonaba con fuerza para presidir el organismo electoral. Las organizaciones sociales y la academia veían en usted el mejor cuadro ¿Qué pasó, por qué no se concretó?
Frente al resultado de los concursos (de selección), yo había ganado los tres concursos que se produjeron, hubo una negociación política que es la que finalmente decidió quién debe presidir el CNE y yo soy un demócrata y asumo que en democracia se puede dar así las situaciones.

¿A qué se refiere con negociación política?
Partidos políticos están presentes en CNE.

¿Empezaron a operar los partidos políticos?
Siempre han operado y tienen que operar porque este es un organismo básicamente destinado hacia la contienda política, con partidos políticos y movimientos sociales.

¿Pero en detrimento de las organizaciones sociales y de la academia?
No. Lo que hay en el CNE es un nuevo modelo de gestión y de decisión en el sistema electoral. Está relacionado con lo que se llama un modelo mixto, es decir que tiene influencia partidaria y una influencia social que se controlan mutuamente. Es distinto a lo de antes cuando se tenía un modelo con siete partidos políticos que controlaban una red, ahora son tres partidos políticos y se controlan entre sí y dos de organizaciones sociales que conforman un nuevo modelo.

¿Usted y Esthela Acero (quien tampoco estuvo en la primera sesión) serán la oposición al interior del organismo?
No. Esthela Acero y yo tenemos una cercanía muy fuerte ideológica, pero eso no significa que cuando se trate de temas institucionales y temas globales del CNE buscaremos mayorías más amplias; estamos tratando de funcionar con base en el consenso y unidad.

¿Cómo encontró el organismo electoral?
Es compleja la situación de un organismo que ha tenido 10 años de dependencia de un solo partido político, 10 años de dependencia del Ejecutivo sobre todo por la naturaleza de su función. La alta complejidad implica tanto temas de contratación, temas de decisión política y fundamentalmente de orientación.

¿Qué es lo que más le preocupa?
Siempre me preocupó la orientación del sistema electoral, que caminaba exclusivamente a mantener la hegemonía de un partido político. Esto es la preocupación central, así mismo el tema de contratación, el tema de procesos, hay muchos.

¿Cómo combatir eso que ha mencionado?
Hay que recuperar la unidad del voto; el Ecuador no pude seguir con un sistema electoral en base al voto fraccionado, no puede seguir con un sistema falsamente proporcional, no pude proseguir con una modalidad de que el sistema de contabilidad procura ser proporcional y en la realidad es mayoritario; no puede proseguir un sistema en el cual en la preparación de la campaña electoral se ha dado una forma de generar irregularidades, es decir hay muchas que hacer.

¿Qué se necesita para tener un CNE fuerte, confiable, que garantice los resultados electorales?
Transparencia, transparencia y más transparencia. La falta de transparencia se puede curar con más transparencia ¿Qué significa transparencia? Que logremos tener condiciones de equidad en la competencia. Este es un organismo que tiene que regular la competencia política, la elección no es más que una competencia política, entonces lo que se tiene que hacer es regular las condiciones para que esa competencia sea equitativa y eso se logra con transparencia.

¿Y este CNE está en capacidad de garantizar la transparencia de las elecciones seccionales de 2019?
Creo que está en camino eso y hay que hacerlo en el día a día, acomodando la carga en el camino.

¿Qué falta?
Muchas cosas. Primero, las instituciones no se modifican en dos días, se modifican en largos plazos. Falta que diseñemos bien esta institución, tengamos claro a dónde camina la institución, tengamos claro cuál es el acuerdo político de los ecuatorianos de hacia dónde debe caminar y ordenemos administrativamente esto para que camine hacia allá. Luego de eso veremos un cambio en el comportamiento de los ecuatorianos.

¿Y cómo marcha el proceso electoral del 2019?
Bien, la población debe tener confianza de que lo haremos bien y en lo que hacemos mal, debe demandarnos.

Tomando en cuenta sus antecedentes de analista, ¿cómo ve la situación política del país en estos momentos?
La democracia es la forma que tenemos de procesamiento pacífico de nuestras diferencias. En este momento estamos ante la necesidad de que todas las instituciones que surgieron avalizadas por un proceso electoral, que surgieron de procesos democráticos actúen de modo preciso. A veces hay que cambiar las instituciones y no solo las personas. Ecuador se encuentra frente a la necesidad también de cambiar las instituciones. En este momento tenemos la urgencia de buscar los mejores diseños.

¿Cómo le deja al país la renuncia de María Alejandra Vicuña a la Vicepresidencia del República?
Pienso que hay que redefinir la institución de la Vicepresidencia. Evidentemente en un periodo tan corto dos vicepresidentes, uno acosado por los ilícitos y la segunda también acosada por otro género de ilícitos hace necesario que los ecuatorianos pensemos en nuevas formas de diseño de función de la Vicepresidencia.

FRASE

Tanto la política partidaria como la política social no partidaria tienen que acoplarse al camino de la buena política. La buena política termina siendo buenas autoridades y en eso nos encontramos pues las elecciones son un instrumento de la democracia para hacer buena política”.