El poder de China

Iván Paredes

En los últimos años la República Popular China, que se encuentra situada en el Continente de Asia Oriental, se ha caracterizado por sus estrategias económicas que le ha convertido en una de las mayores potencias conjuntamente con Estados Unidos, con quien se ha generado una guerra en el ámbito comercial. En ese aspecto, han señalado que realiza una guerra misma que va desde políticas y prácticas de transferencia de tecnología, propiedad intelectual, innovación y hasta ventas por debajo de los costos de producción, pero ello no ha impedido para que el Ecuador desde unos años atrás le convierta en su amigo a quien puede recurrir en momentos de apuros financieros, contrario a lo demostrado por la República Popular China que es acaparar a todos los países de Latinoamérica con el principal objetivo de cubrir sus necesidades energéticas. Días atrás el Ecuador le ha solicitado un préstamo, mismo que ha sido convenido en 900 millones de dólares con la tasa de interés más baja (6,5%) a comparación de los préstamos anteriores, con dos años de gracia para iniciar los pagos y a seis años plazo; pero lo importante en esta nueva deuda que todos los ecuatorianos deberemos pagar es que, no se ha puesto en riesgo ni en garantía a nuestro petróleo ni el territorio, como ha sucedido en préstamos anteriores, en el año 2009 firmaron un crédito por mil millones de dólares, con un interés del 7,25%, y la condición de vender nuestro petróleo a PetroChina, lo cual debíamos entregar 96.000 barriles a empresas chinas. Lo inverosímil es lo expresado por el país oriental, al decir que Panamá es mucho más importante que Ecuador por el Canal que tiene y atraviesa al país Centro Americano, dejando demostrado que no buscan “amistad”, sino lucrar a diferencia de la actitud ecuatoriana.