A lo largo de las principales calles y avenidas de la ciudad se apreció el resto de los monigotes que fueron incinerados sobre el asfalto, pese a que estás acciones están prohibidas por el Municipio de Ambato.
Los materiales de los ‘años viejos’ que no lograron consumirse con las llamas quedaron en las vías, al igual que las huellas que se produjeron en el pavimento por las hogueras.
En la avenida Bolívar por ejemplo es posible apreciar en el recorrido de apenas cuatro cuadras, las señales de que se incineraron a cinco monigotes, pues el humo y la ceniza que se desprendió dejaron oscurecida la calzada y su señalética.
Walter Campos, ingeniero civil, explicó que al poner en contacto el fuego con el pavimento, se desprenden los componentes de la capa y producen un daño poroso superficial.
“La calzada tiende a deteriorarse con mayor facilidad porque pierde su dureza, entonces con el paso continuo de los vehículos estos pequeños poros se van haciendo más grandes hasta la formación de baches”, comentó.
Campos señaló que para continuar con esta popular tradición es recomendable esparcir tierra sobre la zona donde se va a quemar al ‘viejo’, o a su vez colocar una lata de aluminio que incluso facilita la eliminación de los restos.
EL DATO
La normativa que faculta las sanciones por el mal uso de los espacios fue eliminada en agosto.
Control
Gabriela Rodríguez, directora de Servicios Públicos del Muncipio, dio a conocer que no procedieron a emitir las sanciones a las personas que causaron estos daños, ya que la ordenanza donde consta esta disposición no está vigente.
Esto debido a que en meses anteriores el Concejo Municipal de Ambato derogó un paquete de más de 300 ordenanzas, sin percatarse que entre ellas estaba la que normaba y sancionaba el mal uso de los espacios públicos.
Se espera que la ordenanza, al igual que seis más que son necesarias, tengan el visto bueno de todos los ediles para que vuelvan a tener vigencia y así se pueda sancionar con multas económicas a los infractores.
Situación
Martha Saltos, moradora de Atocha, manifestó que la quema de los monigotes es una tradición que une a las familias y vecinos, “el problema es la mala costumbre de no recoger los desperdicios que quedan y de quemar en plena calle, si no se multa la gente no entiende”, comentó.
En la normativa que fue eliminada se mencionaba que: “Queda totalmente prohibido quemar armatostes, monigotes o cualquier material combustible sobre las aceras o calles de la ciudad y arrojar material incandescente al interior de los ecotachos”, en caso de hacer caso omiso el responsable debería costear los gastos que implica el arreglo. (MR)