Ejemplar práctica democrática

Gabriela Rosero

Iniciamos el año 2019 con la acostumbrada rendición de cuentas del Ing. Fernando Naranjo Lalama, prefecto de Tungurahua, y digo acostumbrada porque ya es una característica de esta autoridad presentar su informe de gestión los primeros días de cada nuevo año. Se ha convertido en una herramienta que transparenta su gestión, facilita el acceso público a la información y permite la evaluación de la ciudadanía al trabajo desarrollado en beneficio de la provincia.

El evento de este año tuvo una característica diferente y emotiva, la presencia de Thais Barona, la niña que en el año 2014 tomó el juramento al Prefecto de Tungurahua en el acto de posesión de su cuarto periodo consecutivo de gestión. Hoy, 5 años más tarde, es la misma niña (ahora convertida en una hermosa jovencita) quien se hizo presente con unas sentidas palabras de agradecimiento.

En su intervención Thais expresó textualmente: “He decidido venir nuevamente y decirle, señor Prefecto, mil gracias porque ha hecho su trabajo responsablemente, pensando en nosotros. Porque ha hecho que Tungurahua sea la mejor provincia del Ecuador y que fuera de los límites nacionales también sigan el modelo de participación ciudadana que nos ha llevado a ser un territorio exitoso, a ser la tierra de oportunidades que todos soñamos”.

Hago alusión a lo vivido durante este evento, ya que es muy poco frecuente que una autoridad al llegar a los 19 años consecutivos de mandato mantenga altos niveles de aceptación a su gestión y un indiscutible reconocimiento a la gran obra realizada.

Las palabras de Thais interpretan el sentir ciudadano hacia el prefecto Naranjo por liderar una provincia que se ha convertido en un lugar en el cual todos sus habitantes sienten orgullo de vivir.

Este evento trajo a mi memoria que el Ing. Fernando Naranjo Lalama fue quien inició espontáneamente con este ejercicio de rendir cuentas a sus mandantes desde su primer año como Prefecto, el cual con el paso del tiempo se ha convertido en un derecho ciudadano y en una exigencia que enriquece la democracia.

Y han sido esas buenas prácticas democráticas implementadas en Tungurahua las que nos han convertido en un modelo de desarrollo territorial en Ecuador.