Sin que te roce

Angel Polibio Chaves

¿Quién en su vida no ha participado en este singular juego que al parecer ha tomado carta de naturalización en nuestro querido país? El éxito estaba en llegar lo más lejos, saltando sobre otras personas, que debían permanecer quietos para evitar el contacto con los otros participantes.

Desde hace algunos meses, es recurrente la opinión y el sentir de muchos conciudadanos de que nos hallamos frente a una grave crisis ocasionada por el desgobierno y el latrocinio de Correa y sus amigos, pero en la medida en que esta crisis obligaría a tomar medidas que impliquen algún roce con nuestro interés individual, inmediatamente reaccionamos y expresamos nuestro más enérgico rechazo expresado a través de los dirigentes de tal o cual gremio, lo que nunca ocurrió cuando se afectaba a los trabajadores, profesores, campesinos, estudiantes o empresarios, a través de absurdas disposiciones incorporadas en la Constitución o en las leyes aprobadas dócilmente por nuestros “representantes”.

Si se pretende eliminar aunque sea parcialmente un subsidio, los gremios elevan sus voces para protestar; si se trata de revisar algún tributo, algunos empresarios hacen conocer su queja; si se plantea una racionalización en cuanto a la gratuidad de la educación, miles de estudiantes estarían dispuestos a manifestar en las calles su inconformidad; si para salvar al Instituto de Seguridad Social se piensa en revisar el aporte o la edad de jubilación, surge de inmediato la oposición de quienes antes nunca dijeron nada cuando se atentó contra esa institución; y así, podemos seguir ejemplificando el “sin que te roce”, que parece ser ahora el deporte nacional.

No quisiera que este comentario suene a queja; simplemente aspiro a llamar la atención de mis compatriotas para que asumamos una actitud distinta, que sea coherente con nuestra pertenencia a este querido país que ahora nos pide, como nunca, unidad y solidaridad.