Ambato es la segunda ciudad con mayor pobreza extrema

Situación. Orlando Baño pide caridad en las calles y cuida carros para subsistir.
Situación. Orlando Baño pide caridad en las calles y cuida carros para subsistir.

Sentado en las gradas de la Catedral de Ambato, Orlando B. de 56 años pide caridad para subsistir, espera la solidaridad de los creyentes que acuden al templo para llenar su gorra de centavos.

Orlando cuenta que en su juventud fue albañil y un accidente hizo que pierda la vista de su ojo izquierdo, desde aquel entonces las oportunidades laborales se terminaron y empezó a cuidar carros, actividad que realiza cada cierto tiempo por sus problemas de salud.

“A veces puedo reunir tres o cinco dólares diarios, eso me sirve para comer y para el bus”, mencionó Orlando, quien aseguró que tiene un hijo que no ve hace mucho tiempo.

Cifras

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y sus indicadores de pobreza y desigualdad, en Ambato la tasa de pobreza extrema llegó al 2,1% en diciembre del 2018.

En el estudio se considera a una persona pobre si percibe un ingreso familiar per cápita menor a 84,79 dólares mensuales, mientras que pobre extremo es aquel que percibe menos de 47,78 dólares al mes.

En la ciudad la pobreza extrema pasó de 3,6% a 2,1% en los últimos 12 meses, siendo esta la disminución más considerable en comparación a las otras cuatro ciudades mencionadas en el estudio.

En Quito, por ejemplo, la tasa de pobreza extrema subió del 2,3% al 2,4%, en Guayaquil pasó del 1,3% al 1.9,%, mientras que en Cuenca bajó del 0,9% al 0,8% en los últimos 12 meses.

Situación

A Gregorio, ambateño no vidente de 65 años, se lo puede observar casi a diario mendigando en el centro de la ciudad con un pequeño jarro donde recolecta las monedas que los transeúntes le regalan.

Gregorio forma parte de la estadística, pues menciona que en un buen día recolecta tres o cuatro dólares, mientras que en uno malo únicamente uno o dos, además, por su edad no sale a las calles los 30 días del mes sino 15 o menos.

“Me han dicho que ya no venga, pero con esto sobrevivo”, mencionó. Para esta persona no vidente las oportunidades de trabajar son casi nulas, situación por la cual ha optado por permanecer en las calles. (RMC)

DATO

Hace 10 años el nivel de pobreza extrema en la ciudad fue del 5,2%