En dos segundos

Gabriela Rosero

Fue como ser parte de una escena de alguna película de la saga cinematográfica de ‘Rápidos y Furiosos’: desde el lugar de conductora de mi vehículo veía cómo un camión sin control descendía a una velocidad impresionante por la avenida, chocando a varios vehículos. Fue una escena de terror.

Luego, el camión empezó a volar por los aires, dando tumbos de un lado a otro mientras aplastaba todo lo que le cruzaba en su camino. De manera increíble (pero afortunada a la vez) no hubo fallecidos ni heridos de gravedad; solo gritos de desesperación y pánico.

Un accidente más de los miles que ocurren en nuestro país y que se han convertido en parte de la cotidianidad de día a día en Ecuador: impericia, imprudencia, exceso de velocidad, fallas mecánicas, alcohol, irrespeto a las leyes de tránsito, conductores que han perdido sus puntos, automotores que circulan sin aprobar la revisión o sin documentos en regla… Es tan “normal” que cosas así ocurran, que ya no nos duelen los fallecidos, los heridos ni las pérdidas.

En este punto, los ecuatorianos debemos plantearnos la construcción de un pacto ciudadano alrededor de la seguridad vial; no solo como la buena voluntad de hacerlo por parte de las instituciones responsables del área, sino como un verdadero compromiso de cada uno de nosotros para cambiar nuestra conducta vial.

Luego de un accidente de tránsito Cristopher, una pequeña víctima inocente, en medio de su pobreza se ve obligado a tomar medicamentos especializados por el resto de la vida para estabilizar su cerebro. Manuel, padre de familia, hoy yace atado a una cama con parálisis total luego de que su columna se rompiera en otro accidente de tránsito; hoy ya no puede trabajar ni llevar el pan diario para su familia. Soledad aún asiste a terapias sicológicas para intentar superar el trauma ocasionado luego de otro accidente en la carretera.

¿Acaso no es suficiente todo este dolor para hacernos reaccionar como sociedad?

¿Acaso pensamos que “a mí no me ocurrirán cosas así”?

¿Acaso el hecho de que las consecuencias de las víctimas de accidente de tránsito se hayan invisibilizado nos hace sentir que no existen?

Ante un accidente de tránsito, tu vida puede cambiar en dos segundos…