Trasplante de órganos limitado por falta de especialistas

Felicidad. Betty Villacís, tras recibir un trasplante de riñón, logra llevar una vida normal.
Felicidad. Betty Villacís, tras recibir un trasplante de riñón, logra llevar una vida normal.

Solo en Quito, Guayaquil y Cuenca existen hospitales acreditados para el trasplante.

Datos importantes

Los órganos y tejidos de personas en edades comprendidas de los 35 a 70 años son los que tienen mejores resultados.

Los órganos que tienen mayor demanda son: las corneas, los riñones y el hígado.

La piel de una persona que haya fallecido, puede ser extraída para trasplantarla en pacientes que hayan sufrido quemaduras.

“Fue mi angelito salvador, yo no le conozco ni él me conoció a mí, pero siempre está en mis oraciones”, dice Betty Villacís, mujer de 42 años que tras cuatro años de una espera angustiante, finalmente logró recibir un trasplante de riñón.

Al recordar el día en el que recibió la noticia que estaba en la lista de los posibles beneficiarios, se llena de felicidad, pues recuerda como era su vida antes del trasplante y como cambió totalmente después de aquella “bendición”.

Betty pasaba cerca de cuatro horas conectada a una máquina, debido a que su organismo no podía eliminar por si solo los líquidos del cuerpo y corría el riesgo de sufrir una taquicardia si no lo hacía. El proceso era obligatorio durante tres días a la semana.

Ella no podía, por ejemplo, comer frutas de forma directa, sino que debía hervirlas, escurrir el exceso de agua y comerlas al siguiente día, salir en días soleados o realizar alguna actividad física tampoco era una opción, pues esto le producía sed y por la mala funcionalidad de su sistema renal no podía consumir líquido en exceso.

Villacís es parte de los 63 pacientes tungurahuenses que en los últimos seis años estuvieron en la lista de espera, y al ser compatibles con personas que fallecieron y expresaron su voluntad de donar, pudieron volver a nacer con un órgano que les fue implantado.

Situación

Carlos Velasco, director del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Indot), recordó que todos los ecuatorianos son donantes de acuerdo a lo que dispone la ley y únicamente puede expresarse lo contrario al momento de sacar la cédula de ciudadanía.

Sin embargo, dijo que no todos los hospitales están acreditados para realizar la extracción de los órganos y tejidos, debido a que es necesario disponer de los equipos, personal médico especializado y actuar a la brevedad posible.

El Hospital Provincial Docente Ambato, por ejemplo, durante el 2018 y en este año emitió a dos donantes tras ser diagnosticados con muerte cerebral. Esto permitió que sea catalogado como ‘Hospital amigo de la donación’, pero no le avala para extraer y trasplantar con el personal médico que labora actualmente.

Según se informó, al momento la doctora Janeth Naranjo de esta casa de salud, está preparándose en España para especializarse en donaciones y trasplantes, se aspira que a su regreso el conocimiento se replique para que en esta provincia se pueda realizar estos procedimientos.

“La tasa de donantes en el país era más preocupante, pues por un millón de ecuatorianos había un donante, ahora por cada millón hay casi ocho. La cifra creció pero sigue haciendo falta mayor conciencia para comprender que se pueden salvar vidas”, dijo Velasco. (MR)

EL DATO

En el 2018, 21 personas de Tungurahua recibieron trasplantes de riñones y 13 de corneas.

LA CIFRA

433 personas están en lista de espera de donantes de órganos y tejidos a nivel nacional.