Las elecciones dinamizan el comercio en la ciudad

Actividad. Los comerciantes madrugaron a colocar sus puestos para la venta.
Actividad. Los comerciantes madrugaron a colocar sus puestos para la venta.

El desplazamiento masivo de personas hacía los diferentes recintos electorales es aprovechado de buena forma por los comerciantes, que se las ingeniaron para ofrecer una rica y variada opción gastronómica a su clientela.

Por ello, desde las primeas horas de la madrugada empezaron a colocarse las cocinas, mesas y demás insumos que fueron necesarios para la venta de caldos, platos fuertes, jugos, golosinas y demás productos.

Entre ellos estuvo Eliana Toaquinche, quien se ubicó en los exteriores de la Unidad Educativa Hispano América con su especialidad que es el ceviche de concha, camarón y pescado.

Toaquinche comentó que ella aprovecha cualquier evento de concentración para preparar su carreta, ubicarse en un buen sitio y así empezar con su venta, con la que logra tener un ingreso extra.

“Yo salgo siempre que hay votaciones, hay que aprovechar los golpes de gente para vender porque en los días comunes se sale a recorrer, eso es más cansado y no se vende tanto como en estos días”, dijo.

Tradición familiar

Entre los vendedores no faltaron las personas de la tercera edad, como Segundo Guadalupe que salió junto a su esposa a vender hornado con mote y tortillas, este platillo tuvo gran aceptación por quienes lo degustaron.

Guadalupe explicó que ofrecieron a los comensales esta tradicional opción gastronómica que fue preparada con una receta que se ha mantenido en su familia por 75 años consecutivos.

Mientras que Marcia Teneda, vendedora de hornado, explicó que desde que era pequeña salía con su madre y posterior heredó esta costumbre, para estas elecciones vendió cerca de 500 platos.

Emplasticados

Otra de los negocios que tuvo movimiento fue el emplasticado del certificado de votación, que en todos los recintos electorales contó con un sin número considerable de personas que se ubicaron en las salidas para ofrecer su servicio.

Gabriela Arcos, propietaria de una máquina emplasticadora, manifestó que el precio que estableció fue de 25 centavos, además, dijo que con la finalidad de tener mayor clientela contrató a dos muchachas para que juntaran clientes.

“En este año ha habido bastante competencia, yo me quedo acá y las chicas que me ayudan se encargan de convencer a los ciudadanos para que nos dejen emplasticarles el certificado”, señaló. (MR)

EL DATO

En esta ocasión no se prohibió a los comerciantes ubicarse en los espacios públicos para vender.