El cielo o el infierno

He pasado el fin de semana en el campo, acompañado de mis hijos, entre gatos y libros, viviendo sin vivir en mí, porque esto de las votaciones por los siete miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), me tiene medio curco. Supongo que, igual que yo, millones de ecuatorianos han pasado este fin de semana agnóstico, levitando entre el cielo y el infierno, suspendidos y suspensos, sin saber si por fin votar nulo es lo menos malo o llevar a las urnas una lista para votar por los candidatos que, aparentemente, no sean “correístas”.

El cielo y el infierno están en suspenso, petrificadas en sal las legiones celestiales que promueven el voto nulo, quieta la llama del averno “correísta”. El cielo o el infierno, he ahí el dilema. El cielo si gana el voto nulo o el infierno si ganan los candidatos “correístas”, quienes quieren hurgar en todo lo actuado por el Cpccs Transitorio.

El Cpccs se parece a la Hidra de Lerna de la mitología griega, despiadado monstruo marino de siete cabezas y aliento venenoso a la que Hércules mató en el segundo de sus doce trabajos. Los ecuatorianos en las próximas elecciones debemos “volarles las cabezas” a esta Hidra que significa el Cpccs votando nulo, porque a través del Cpccs, el expresidente Rafael Correa manejó a su antojo a las instituciones clave como Fiscalía, Contraloría, Procuraduría, Superintendencias, Corte Constitucional, etc., convirtiendo al Cpccs en una comisaría para perseguir, ultrajar y encarcelar a quienes lo criticaban o no estaban de acuerdo con él.

Este fin de semana, ya digo, ha sido para mí -y para millones de ecuatorianos conscientes- muy grave, pues nos jugamos la posibilidad de abrir las puertas para que regrese esa Hiedra de Lerna que significa Rafael Correa y su Socialismo del Siglo XXI. Ojalá gane el voto nulo.