La mediación es efectiva para resolver conflictos

La mediación es reservada y únicamente están presentes las partes y el facilitador. (Foto: Archivo)
La mediación es reservada y únicamente están presentes las partes y el facilitador. (Foto: Archivo)

Los problemas se pueden resolver a través de la mediación, sin ir a juicio. ¿Duda que sea posible? El 90% de las personas que en 2018 decidieron ir ante un mediador pusieron fin al conflicto.

La mediación es un proceso en el que las partes acuden a un tercero imparcial, conocido como mediador, para solucionar sus controversias a través del diálogo. Cada parte expone sus demandas y se llega a un acuerdo voluntario, que se registra en un acta que tiene la fuerza de una sentencia ejecutoriada. Es definitiva.

En Ecuador, la efectividad de la mediación ha crecido en los últimos cinco años. De acuerdo con estadísticas de los Centros de Mediación del Consejo de la Judicatura, en 2014, el 71,57% de las causas que se instalaron en audiencia se resolvió. Para 2018, ese porcentaje subió al 90,18%.

Además, a pesar de que el número de causas ingresadas en el sistema de mediación ha variado en los últimos años, existe una tendencia al alza. En 2014 ingresaron 35.557 casos, mientras que en 2018 hubo 52.335 causas.
Quienes trabajan en centros de mediación y que conversaron con La Hora coinciden en que esta forma alternativa de resolver conflictos va ganando espacio en Ecuador.

Ximena Bustamante, abogada con una maestría en mediación y socia fundadora de la Asociación Internacional de Mediación Pactum, reconoce que en el país la conciliación es natural. De su experiencia, ha identificado que en países, como Chile o Perú, donde la mediación es obligatoria, no se resuelven los problemas.

“La gente ya sabe lo que es la mediación. Ahora tiende más a negociar, a llegar a acuerdos”, confirma Gabriela Muñoz, directora del centro de mediación de las Procuraduría General del Estado. Allí, se pasó de 1.166 casos en 2014 a 1.494, en 2018. Actualmente, tienen 30 mediadores en 10 ciudades.

Lo básico sobre la mediación
Cualquier persona, empresa privada e institución pública puede mediar. El proceso es voluntario y confidencial. Ofrece flexibilidad porque no hay límites para fijar un acuerdo justo, con excepción del respeto a los Derechos Humanos y a las leyes vigentes.

Es un mecanismo extrajurídico, es decir, no pasa por un juez, aunque en ocasiones el juez sea el que dispone que un caso se someta a mediación. Por ejemplo, el año pasado, el 19% de casos (9.840) fueron por derivaciones, pero la mayoría fueron por solicitud directa (39.771), el 76%.

12.936
casos se han recibido en los centros de mediación entre enero y marzo de este año. ¿Qué se puede resolver a través de la mediación? Todo lo que sea transigible, o sea, todo aquello en lo que la persona pueda hacer concesiones o renuncias. No puede ser sobre actos ilícitos o que afecten los derechos de terceros. Tampoco aquello que atente contra derechos irrenunciables.

Entonces, se puede aplicar ADR, por ejemplo, para fijar pensiones alimenticias, cobrar deudas, resolver incumplimientos entre empresas, establecer cierres de compañías, resolver problemas por accidentes de tránsito sin fallecidos (ver recuadro).

Para solucionar un conflicto a través de la mediación se debe acudir a un centro legalizado por el Consejo de la Judicatura. A escala nacional, hay 86 instituciones que ofrecen servicios de conciliación, cada uno con una especialidad.

La Defensoría Pública abrió dos centros en 2015, uno en Quito y otro en Guayaquil. Ahora tiene uno más en la capital y plantea establecer otros en Cuenca, Ambato y Portoviejo, por el incremento de la demanda. Se especializa en niñez y familia, y en materias civil, laboral, inquilinato y tránsito.

“La cultura de mediación se ha generado favorablemente. Las personas prefieren evitar un proceso largo y tedioso”, recalca el coordinador Nacional de Gestión, Ricardo Morales.

Los beneficios de mediar
Inés Chicaiza, de 26 años discutió con el padre de su hija de cinco meses, por la pensión alimenticia. Un amigo abogado le recomendó ir donde un mediador. Ella acudió al centro en la Unidad Especializada de la Niñez y Familia, en el norte de Quito.

Le explicaron que el trámite es personal, que lo único que requería era la cédula. Le dieron una fecha de audiencia con el facilitador la misma semana. En promedio, esos casos se resuelven en una hora, cuando las partes ya han llegado a un consenso previo. No es obligatorio tener un abogado, pero es recomendable.

En general, la mediación es más rápida que un proceso judicial, aunque depende del problema. Vanessa, acudió a un centro de mediación para fijar la pensión alimenticia de su hija, lo cual no pudo hacerlo desde 2015 en el sistema tradicional.

“Dejé el proceso porque no quería desgastarme”. Hubo problemas para la entrega de citaciones, porque el padre de su hija vivía en el sector rural de Pedernales. Los dos estaban interesados en resolver, pero había trabas. Sabían que tenían que hacer un acuerdo de pago de una deuda, además de establecer el valor mensual. Tenían todos los montos claros. Finalmente, con el mediador, resolvieron su problema en menos de una hora.

TOME NOTA
Si quiere conocer dónde están los centros de mediación, puede ingresar a: http://www.funcionjudicial.gob.ec/index.php/es/registro-y-centro-de-mediacion.htmlOtros casos son más complejos, por lo que su resolución dura meses. Estos, por ejemplo, son los que se llevan en la Procuraduría. Allí se tratan problemas relacionados con contratación entre instituciones públicas o entre el Estado y empresas privadas. En estos casos, la efectividad de resolución es del 60%, según los entrevistados.

Otro beneficio es la reducción en los costos. La mediación, por ser corta, no requiere del pago de honorarios de abogados en varias etapas, como en un proceso judicial tradicional. Pero esto no implica que no sea rentable para los abogados, debido a que al concluir más rápido, se pueden llevar más casos. “Es mucho más productiva y rentable. A los clientes les encanta cuando tienen soluciones rápidas y tienes mejor reputación”, contó Bustamante.

Además, ciertos servicios son gratuitos para los usuarios. Para aquellos que tienen un costo, la Judicatura fijó un tarifario.

Superando los obstáculos

“Al principio, los usuarios no teníamos mucho conocimiento. No había mucha confianza. Los usuarios preferían irse a la parte contenciosa”. Lo cuenta el abogado Luis Fernando Borrero. Él ha cogido casos de mediación desde 2008, aunque también litiga.

Sus clientes son, principalmente, empresas. La primera vez que le pidieron asesoría fue porque en el contrato de su cliente existía una cláusula de mediación. “En esa época no estaba constitucionalmente soportado. Fue novedoso”. Ahora, la Constitución, en el artículo 190 reconoce a la mediación como un medio alternativo de solución de conflictos.

A pesar de que han pasado 10 años desde que recibió su primer caso, todavía ve la resistencia e incredulidad de sus clientes porque creen que es una pérdida de tiempo y que es más efectivo ir a un juicio.

“Pero entrando en el proceso, la gente se siente más abierta porque en la parte judicial no se puede tener contacto con el juez. Aquí hay contacto directo con el mediador. Uno se siente escuchado directamente”.

De hecho, la creatividad y la sensibilidad son claves en el proceso de negociación. Bustamante siempre tiene en mente una frase de Thomas Walde, un experto en mediación alemán: “Un mediador será un abogado, un gerente comercial, un negociador profesional, un sicólogo, un experto en política, un sicoanalista, un contador, un ingeniero y un diplomático”.

Esto porque al sentarse a dialogar, el mediador debe estar en la capacidad de hablar el mismo lenguaje de las partes, comprender su contexto cultural y fomentar un acuerdo.

Eso no quiere decir que no exista tensión u hostilidad en momentos. Borrero recuerda las ocasiones en las que los mediadores de la Procuraduría le decían: “Vamos a tranquilizarnos, ¿un cafecito, una agüita? En ocasiones, se puede optar por separar a las partes en diferentes salas. Eso ha hecho Bustamante para filtrar los mensajes y evitar malos entendidos.

“Hay gente que llega y dice que no quiere un acuerdo, pero después sale contenta, inclusive cuando no se llega a acuerdos, porque es un proceso tan humano, tan natural, que te da la posibilidad de conversar”, enfatizó Muñoz.

“Al principio, los usuarios no teníamos mucho conocimiento. No había mucha confianza. Los usuarios preferían irse a la parte contenciosa”. Lo cuenta el abogado Luis Fernando Borrero. Él ha cogido casos de mediación desde 2008, aunque también litiga.

Sus clientes son, principalmente, empresas. La primera vez que le pidieron asesoría fue porque en el contrato de su cliente existía una cláusula de mediación. “En esa época no estaba constitucionalmente soportado. Fue novedoso”. Ahora, la Constitución, en el artículo 190 reconoce a la mediación como un medio alternativo de solución de conflictos.

A pesar de que han pasado 10 años desde que recibió su primer caso, todavía ve la resistencia e incredulidad de sus clientes porque creen que es una pérdida de tiempo y que es más efectivo ir a un juicio.

“Pero entrando en el proceso, la gente se siente más abierta porque en la parte judicial no se puede tener contacto con el juez. Aquí hay contacto directo con el mediador. Uno se siente escuchado directamente”.

De hecho, la creatividad y la sensibilidad son claves en el proceso de negociación. Bustamante siempre tiene en mente una frase de Thomas Walde, un experto en mediación alemán: “Un mediador será un abogado, un gerente comercial, un negociador profesional, un sicólogo, un experto en política, un sicoanalista, un contador, un ingeniero y un diplomático”.

Esto porque al sentarse a dialogar, el mediador debe estar en la capacidad de hablar el mismo lenguaje de las partes, comprender su contexto cultural y fomentar un acuerdo.

Eso no quiere decir que no exista tensión u hostilidad en momentos. Borrero recuerda las ocasiones en las que los mediadores de la Procuraduría le decían: “Vamos a tranquilizarnos, ¿un cafecito, una agüita? En ocasiones, se puede optar por separar a las partes en diferentes salas. Eso ha hecho Bustamante para filtrar los mensajes y evitar malos entendidos.

“Hay gente que llega y dice que no quiere un acuerdo, pero después sale contenta, inclusive cuando no se llega a acuerdos, porque es un proceso tan humano, tan natural, que te da la posibilidad de conversar”, enfatizó Muñoz.

TRABAJO. El juez estadounidense retirado Daniel Weinstein tiene una fundación para promover la mediación. (Foto: cortesía)
TRABAJO. El juez estadounidense retirado Daniel Weinstein tiene una fundación para promover la mediación. (Foto: cortesía)

Entrevista

‘No hay problema que no se pueda resolver con mediación’

El juez estadounidense retirado Daniel Weinstein está buscando una solución para las miles de víctimas del incendio de California, que en noviembre de 2018 dejó más de 80 fallecidos y cientos de desaparecidos. En ese conflicto están inmersos los intereses de las víctimas, los sindicatos, las empresas públicas, la oficina del Gobernador.

En medio de esa discusión, le concede a La Hora 30 minutos para hablar sobre lo que hace 32 años le hizo dejar su puesto como juez de California: la mediación. A través de videoconferencia, desde Florida, explica cómo en ese periodo aprendió que la resolución alternativa de conflictos es “una manera efectiva de resolver las disputas civiles entre las partes”.

Creó la empresa JAMS, junto con otros dos colegas jueces, que es ahora la más grande del mundo dedicada a mediación. El año pasado, abrió su fundación cuyo objetivo es respaldar el trabajo de 150 mediadores alrededor del mundo.

¿Cómo inició el proceso en EE.UU.?
Comenzamos pequeños. Nos tomó 20 años y no sucedió de la noche a la mañana. Hubo resistencia de los abogados, de las cortes; pero las personas comenzaron a ver que el sistema de mediación abarcaba temas comunitarios, casos comerciales, casos domésticos y problemas más grandes.

En Georgia (Asia) la mediación es el primer paso y si no funciona va a litigación. Esto está pasando en todo el mundo. Es una cosa buena ver a abogados y jueces jóvenes que están aprendiendo técnicas de mediación. No está sucediendo a la misma velocidad en cada país, porque hay lugares donde hay mucha resistencia, pero está ocurriendo.

¿Qué obstáculos enfrentaron al implantar la mediación?
Hubo resistencia a un cambio radical, especialmente de quienes vivían de resolver conflictos de la forma tradicional. Los abogados estaban asustados porque decían: “Si llegamos a un acuerdo, ¿qué pasará con mi negocio?” o “mi caso es muy complicado”.

Tuvimos que convencerles de que un resultado rápido y justo para el cliente, evitando los agravios y el costo de litigar era una ganancia para ambos y que los clientes deberían recompensarlos por ello.

¿Qué casos se pueden resolver a través de la mediación y cuáles no?
No conozco ningún problema que no se pueda resolver con mediación, con personas que sean razonables. Hay ocasiones en que se requiere de un tercero que tome la decisión, porque no hay compromiso de las dos partes, pero eso es raro. De vez en cuando recibo un caso en el que trato de llegar a un acuerdo, pero finalmente tengo que decir: intenten con un juicio.

En Ecuador hay graves casos de corrupción, ¿es posible mediar?
Casos que son criminales y civiles, con corrupción involucrada, son difíciles porque debe estar presente una entidad pública. Hemos mediado muchos casos de violaciones de seguridad y fraudes en los que representantes del Gobierno han estado involucrados. Hemos mediado, pero no en todo.

Es más desafiante y difícil, pero lo grandioso de la mediación es que puedes establecer las reglas que tú quieras y, si son justas para las partes, pueden ser muy creativas y amplias.

Hay ocasiones en las que el privilegio de privacidad que rige la mediación tiene que ser levantado para mostrar transparencia, lo cual es comprensible cuando hay asuntos de seguridad pública.

¿Cuán importante es el contexto cultural en un proceso de mediación?
Cada país y cultura se relaciona con el dinero y las negociaciones de manera diferente. Un buen mediador debe estar a tono con eso. Mediar un caso en Japón, es muy diferente que en China. Japón es muy tradicional, hay mucho respeto, honor y dignidad. Si lo ignoras, estás fuera. En cambio en China, son muy comerciales.

Un buen mediador aprende las diferencias y se adapta al proceso de mediación para acomodar los intereses culturales. Hay algunos principios universales de la mediación: escuchar atentamente, tener empatía, proveer un lugar seguro para conversar, pero hay matices para cada cultura.

Caso resuelto por la Procuraduría en 2016
°En 2009, se emitió el Decreto Ejecutivo 628 que dispuso el inicio del proceso de chatarrización de bienes que hubieren sido declarados obsoletos o inservibles. La empresa Ferrocarriles del Ecuador vendió 11.506 toneladas de chatarra a la empresa Acerías Nacionales del Ecuador (Andec) por 2,9 millones de dólares. Existían varios impedimentos para el pago de los valores adeudados.

Tras el proceso de mediación, se identificaron las causas que no permitían la cancelación y con un acta de mediación del 5 de diciembre de 2016, Andec se comprometió a cancelar lo adeudado, para solucionar un conflicto que inició en noviembre de 2013.

Costos de la mediación
Según el caso

Gratuita:
° Familia: fijación de pensión alimenticia, tenencia, régimen de visitas, alimentos para personas de la tercera edad.

° Laboral: liquidaciones y jubilaciones patronales cuando sean solicitados por el trabajador.

° Asuntos de convivencia social o vecinal.

Con costos administrativos:
° Indemnizaciones.
° Materia mercantil.
° Materia civil.
° Inquilinato.
° Tránsito.
° Contratación pública.
° Laboral: cuando la mediación sea solicitada por el empleador.

Casos
Que se resuelven en mediación

Familia:
° Pensiones alimenticias (aumento o disminución).
° Régimen de visita.
° Tenencia.
° Ayuda prenatal (alimentos de mujer embarazada).

Civil:
° Demarcación de linderos.
° Partición voluntaria de bienes sucesorios.
° Cobro de deudas.
° Incumplimiento de contrato, promesa de compra venta.
° Reparación por daños y perjuicios –materiales.
° Inquilinato.

Laboral:
° Pago por finiquito (liquidaciones).

° Asuntos de convivencia social y vecinal.

° Tránsito sin resultado de muerte.

Penal:
° Adolescentes infractores

PROCESO. Lo que se negocia en una sesión de mediación es confidencial. (Foto: Archivo de La Hora)
PROCESO. Lo que se negocia en una sesión de mediación es confidencial. (Foto: Archivo de La Hora)