Javier Espinosa
Mucho tiempo se habló de crisis económica. Sin embargo, fue puesta en tela de duda, por los representantes del gobierno, quienes sigilosamente, como recién es de dominio público, maquillaron las cifras. No está en discusión que, atravesamos una crisis política. Y si bien, crisis es sinónimo de crecimiento, los costos muchas de las veces son altos. En Venezuela se contabilizan más de 120 muertos.
Somos testigos de una guerra campal en medios y, especialmente en redes sociales. El exmandatario, desde su «asilo» en Bélgica, bombardea casi a diario, y vía twitter, al actual presidente, “los desleales y mediocres serán efímeros” y, Lenín, más pausado, habla de lealtad, pero a principios y valores. El punto de quiebre, Jorge Glas. Es claro que presenciamos la ruptura del movimiento oficialista, lo cual está generando inestabilidad social y política, como también pésimas señales para atraer lo que más se requiere en estos momentos, inversión extranjera.
Una Asamblea leal al «correísmo», pero con claros indicios de fraccionarse. El fenómeno Correa que empieza a diluirse, como bien lo expresa un escritor ‘pelagato’ –José Hernández-, pues como todo producto del marketing, ha entrado en su última etapa, el declive. Y por otro lado, el compromiso de Lenín, por hacer el gobierno más honesto de la historia, lo cual va tomando forma, pues la derogación de funciones vicepresidenciales, dice y mucho.
El futuro es incierto, y dependerá de cómo se muevan las fichas en el tablero. Se tejen estrategias. Al parecer Glas es el blanco del gobierno, pero lo primero es hacerse con la Asamblea, a fin de desmontar varias leyes, entre ellas la reelección indefinida y bloquear el regreso del correísmo. O, hacerlo vía consulta popular. Se habla ya, de una posible sucesora vicepresidencial. (O)