Con las ‘manos en la masa’ fue como varios comuneros encontraron a Ángel B., de 29 años, intentando huir tras un robo perpetrado en una propiedad privada en el sector de Puñachizag, en Quero.
De inmediato la gente se convocó por medio de parlantes y llamadas telefónicas. Su fin era sancionar a este hombre por el delito de robo.
Tras la aglomeración de varias personas, la comunidad decidió llevar a Ángel hasta el sector El Placer a una casa comunal del cantón
A este sitio también fue convocado Luis V., quien sería la víctima del hurto de ocho sacos de semillas de papas, valorados en aproximadamente 400 dólares.
Procedimiento
Al sitio de este suceso fue llamado también el personal de la Policía Nacional, quienes cuidaron la integridad del aprehendido, con el fin de que no se vulneren sus derechos.
Mientras que varios dirigentes de las comunidades dialogaban qué sanciones podrían imponerle al infractor.
Luego de una hora se determinó que no iba a ser castigado y que tampoco pagaría una sanción económica, gracias a que el propietario de los sacos solicitó que no lo purifiquen.
Es por aquello que los comuneros le pidieron a la persona que devuelva robado y que firmara una acta de acuerdos, donde decía que no volvería a delinquir en la zona y a que además que si se le encontraba inmerso en algún caso no dudarían en aplicar la ley.
Fue así como delante de la Policía Nacional y de los dirigentes de varias comunidades de la zona alta de Quero, Ángel firmó las actas y además entregó los sacos sustraídos, disculpándose con el afectado y a la vez asegurando que no volvería a ocurrir algo igual.
Recomendaciones
La Policía Nacional recomendó a los comuneros que al momento que se vaya a purificar a las personas, por cualquier delito se debe respetar sus derechos humanos.
Ya que se teme que en la provincia vuelva a ocurrir un caso similar al del barrio San Francisco de la parroquia Constantino Fernández, donde quemaron vivo a César Patricio Tipantasig, 27 años, por un presunto robo, el primero de enero. (EV)