“Yo solo pido que las cosas mejoren de verdad, el trato al interior de las cárceles es terrible. Ojalá que la emergencia decretada sirva realmente para algo”, dijo Gabriela Q., esposa de uno de los presos de la cárcel de Ambato.
Como ella la mañana de ayer varios familiares de los reos comentaban que aunque no están seguros de cuán efectivo será el estado de excepción para el Sistema de Rehabilitación Social en el Ecuador, tienen la confianza de que las cosas mejoren.
“Siempre vemos que aquí, como en todas las cárceles, se encuentra droga, armas, celulares y muchas más cosas en las requisas que hace la Policía y eso solo se puede entrar con la complicidad de quienes resguardan la seguridad”, dijo Jaime H., quien tiene a su cuñado pagando una pena por droga.
Para Orlando C. es muy importante que se permita la entrada de los militares a las cárceles, pues su tan sola presencia mejoraría las cosas. “Todos quienes delinquen por aquí solo viendo a los militares a ver si es que no se frenan, ojalá las cosas en serio mejoren”, añadió.
En lo que todos están de acuerdo es que si bien es cierto en Ambato no es la misma realidad que en los centros carcelarios, es necesario que se hagan mejoras para que quienes están privados de su libertad tengan un verdadero proceso de rehabilitación. (NVP)