Ministerio de Ambiente recepta denuncias por daños a páramos

Atención. Las talas o modificaciones que se deseen hacer en la zona de amortiguamiento deben contar con el asesoramiento y permiso de las autoridades competentes.
Atención. Las talas o modificaciones que se deseen hacer en la zona de amortiguamiento deben contar con el asesoramiento y permiso de las autoridades competentes.

“Es un crimen ver como la gente sin piedad tala los árboles en los páramos, las autoridades deben ser mucho más contundentes al momento de sancionar a la gente que lleva a cabo este tipo de cosas que lo único que hacen es seguirnos matando de a poco”, dijo Miguel Paredes, operador turístico tungurahuense.

Como él la preocupación es vidente entre varios de los pobladores de San Andrés y Baquerizo Moreno de Píllaro, quienes han visto como la frontera agrícola sigue expandiéndose tomando cada vez más territorios que pueden estar dentro del patrimonio forestal del Ecuador.

Estalin Frutos, gestor turístico y expresidente de la parroquia pillareña Baquerizo Moreno, señaló que en sus páramos unas personas talaron un significativo espacio de la zona de amortiguamiento y de manera inmediata hicieron la denuncia al Ministerio del Ambiente (MAE) que tomó cartas en el asunto y frenó que la tala continúe, evitando así que el daño sea más grave todavía.

Atención

Sobre las sanciones existentes Diego Bastidas, coordinador zonal del MAE, comentó que en lo que va del año se han recibido alrededor de 10 denuncias en lo referente a daños en el patrimonio forestal y vida silvestre, de las que se ya se han levantado los procesos administrativos para poder verificar los daños y con ello emprender con las sanciones conforme a lo que establece el Código del Ambiente.

Comentó que la gente debe tener en cuenta que la flora sobre los 3 mil 800 metros sobre el nivel del mar están dentro de los límites de la seguridad hídrica, por lo que no pueden talar los árboles o dañar el medio aunque sean los propietarios de los terrenos.

Mientras tanto los terrenos que están desde los 3 mil 600 metros sobre el nivel del mar pueden hacerse ciertas talas, siempre y cuando cuenten con el permiso que otorga el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

Bastidas hizo énfasis que los terrenos que están prohibidos por completo son los que están dentro de zonas protegidas como el Parque Nacional Llanganates, quienes causen tala, daños a la naturaleza, caza o pesca ilegal en esos espacios serán sancionados por el Código Orgánico Integral Penal (COIP) hasta con privación de la libertad.

En el artículo 407 de la Constitución de la República se “prohíbe la actividad extractiva de recursos no renovables en las áreas protegidas y en zonas declaradas como intangibles, incluida la explotación forestal. Excepcionalmente dichos recursos se podrán explotar a petición fundamentada de la Presidencia de la República y previa declaratoria de interés nacional por parte de la Asamblea Nacional, que, de estimarlo conveniente, podrá convocar a consulta popular”.

Bastidas señaló que en la zona hay un antecedente en la que se privó de la libertad a una persona por atentar contra la naturaleza en una zona protegida, por lo que invitó a la colectividad a que en caso de querer hacer algún tipo de intervención en sus tierras soliciten asesoría al MAE o al MAG que luego no incurran en ningún tipo de contravención o delito.

Cuidado

Daniel Cepeda, ingeniero ambiental, señaló que es necesario señalar que está prohibida la tala de vegetación nativa como los árboles de papel, pumamaqui, frailejones, laurel de cedro, entre otros que son los que más se encuentran en la zona de los páramos andinos.

Enfatizó que árboles como pino y eucalipto son especies introducidas que en vez de ser beneficiosas para el cuidado de la zona de amortiguamiento se convierten en perjudiciales para esta.

Oscar Rojas, secretario técnico del Fondo de Manejo de Páramos de Tungurahua, señaló que el restaurar la flora y fauna del páramo es una tarea muy complicada, por lo que invitó a la ciudadanía a cuidarlos.

“El que el páramo se regenere en su totalidad pueda albergar su vida natural como tal toma un tiempo no menor a 40 años y no podemos darnos el lujo de esperar este tiempo, por eso es mejor que no dañemos nuestros páramos y siempre contribuyamos con su cuidado y con la conservación de la naturaleza en general”, puntualizó Rojas. (NVP)