Si es que Carlos provocó un accidente de tránsito que le llevó a su muerte, o si quizás alguien se le cruzó en su camino, son preguntas que se hacen la familia de Carlos Leopoldo Aguaguiña de 32 años, tras su muerte suscitada la noche del domingo. El siniestro fue reportado cerca de las 18:30 en Salasaca, carretera que conduce hasta Pelileo.
Paramédicos del Ministerio de Salud Pública llegaron al sitio del suceso para brindarle los primeros auxilios al afectado, pero lo único que comprobaron es su deceso.
Posteriormente la escena fue acordonada con cintas de seguridad a donde arribaron también miembros de la Unidad de Carreteras de Tungurahua del Distrito Pelileo, quienes tras comprobar que el afectado no tenía signos vitales llamaron al Servicio Integrado de Seguridad ECU 911.
Finalmente la entidad de emergencia coordinó para el arribo del personal del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) de Tungurahua para el levantamiento de evidencias y del cadáver.
El sargento primero Marcelo Acurio reveló que fueron notificados de este accidente a las 19:00 donde se comprobó la muerte de un hombre, frente a una bomba de gasolina.
“El siniestro se dio por la tipología estrellamiento, una moto se impactó contra un poste de alumbrado público ocasionando que el cuerpo saliera expedido hasta un lado de la carretera”, agregó Acurio.
El uniformado, además, dijo que el afectado presentaba laceraciones en el rostro y las manos, “no se pudo apreciar el casco en el lugar, por lo que no se sabe si lo llevaba puesto”, finalizó.
Posteriormente el cuerpo fue levantado y puesto en la ambulancia de Medicina Legal para su traslado hasta el Centro de Investigaciones Forenses de Ambato para la necropsia de ley.
Dolor
“Él llamó a despedirse de nosotros, luego nos avisaron que habría muerto, por lo que no sabemos con exactitud si le empujó un carro, se estrelló o qué mismo le pasó. Lo que tenemos en claro es que estaba despechado por que la mujer le traicionó”, contó Segundo Chacha, hermano del afectado.
Segundo también dijo que hace ocho meses su cuñada le engañó y desde ahí estaba con depresión, “él deja en la orfandad a dos menores de 10 y 7 años”, comentó.
Carlos Leopoldo era oriundo del sector Rumichaca Alto de la parroquia El Rosario de Pelileo, él era el cuarto de ocho hermanos, a quién lo trataban de cariño ‘Pillu’ y se dedicaba a la albañearía.
“Apenas tenía dos meses que se compró la motocicleta y penosamente le inauguró así con su muerte”, finalizó Chacha, quien pidió justicia por este caso.
Mientras que Olga Aguaguiña, otra hermana, dijo que Carlos le llamó cerca de las 17:30 para despedirse y contarle que no sufrieran por él, ya que lo que le hizo la mujer no tiene perdón.
“No permitiremos que ella vaya al velorio, tenemos mensajes que le amenazaron de muerte. En pocos días pondremos una denuncia en la Fiscalía de Tungurahua, con el fin que este caso de amenazas se investigue, ya que tememos por la vida de los niños”, finalizó la familiar. (EV)