Varios jóvenes decidieron ingresar a las filas del voluntariado de Cruz Roja, para ello atravesaron procesos de inducción, que les permitió conocer cómo funciona la organización y cómo actuar.
En un emotivo evento, se incorporaron las promociones séptima y octava, los ahora voluntarios recibieron sus uniformes institucionales para su trabajo humanitario.
Varios profesionales se vincularon también oficialmente para aportar con sus capacidades a la gestión y fortalecimiento de la Junta Provincial de Tungurahua.
Además, los voluntarios que han colaborado en el Plan de Contingencia para Migrantes que ejecuta la Cruz Roja Ecuatoriana, recibieron un reconocimiento por su labor y el incentivo correspondiente.
El voluntariado ha sido el alma de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja desde su creación en 1863 y constituyen la espina dorsal de todas las actividades, ayudando a las sociedades a realizar con éxito sus programas y brindando asistencia a millones de personas vulnerables. (FCT)