De ciclistas…

“De ciclistas, futbolistas, corrupción, matrimonio igualitario, curas, pendejos, presidiarios y portaviones” es el titular completo de este artículo, pero por razones de espacio no se lo pudo poner. Es un titular muy amplio para un espacio tan pequeño, pero hay que intentarlo.

A riesgo de cometer pleonasmo, vamos a “comenzar por el principio”. Temas como la corrupción, el matrimonio igualitario, los acontecimientos sangrientos en los centros de rehabilitación, que más bien son escuelas de perfeccionamiento del delito, son los temas que nos mantienen en vilo.

En lo referente al matrimonio igualitario, el asunto es muy peliagudo, por lo que debe ser motivo de otro artículo. En cuanto al cura Tuárez, el padrecito parece que está más perdido que gaviota en páramo, pues dice que él, “como autoridad, tiene que hablar con autoridades de su propia jerarquía, no con inferiores”. Siguiendo su manera de pensar, se puede decir que él no hace falta, pues yo me confieso directamente con Dios.

El Ecuador ahora es un esperpento que puede acabar bien, si es que el licenciado se dedicara a gobernar como se debe y deja de hacerse el pendejo –como él mismo lo dijo textualmente sobre los aportes económicos en las campañas electorales: “Si ustedes se hacen los tontos, yo me hago el pendejo”–. Seguramente no tuvo una respuesta coherente sobre su comportamiento ético. Con Correa, el Ecuador fue una farsa que podía acabar mal… y acabó mal. De no ser por los deportistas –Carapaz, selección de fútbol Sub 20, Glenda Morejón…- el país estaría convulsionado.

Ah, casi me olvido del “portaviones natural” en que se han convertido las islas Galápagos. Muchos adjetivos han recibido “las encantadas” a través de su interesante historia. Personalmente no me molesta la metáfora que le endilgó el Ministro de Defensa al archipiélago.