Por los altoparlantes de la plaza Primero de Mayo una de las comerciantes instaba a sus compañeras a tener más cuidado con sus pertenencias y sobre todo con los niños, ya que el miércoles pasado se habría registrado un supuesto acoso sexual que involucra a una persona que habría estado bajo los efectos del alcohol y una menor que se lavaba las manos en el baño del centro de acopio.
A partir de estos hechos los comerciantes están más pendientes de lo que ocurre dentro de la plaza, entre sus mayores preocupaciones están la inseguridad, la gran cantidad de libadores que circulan por el sector y también la informalidad.
Problemas
Mary Miranda, presidenta de los comerciantes que a diario laboran en la plaza Primero de Mayo, indicó que para hacerle frente a los inconvenientes los vendedores han empezado a organizarse y a plantear acciones que mejoren su seguridad.
Entre lo planificado consta una visita a la sesión de Concejo Municipal para plantear sus problemas y solicitar alguna solución.
Miranda indicó que a diario hay problemas con las personas que consumen alcohol y drogas en los alrededores del centro de acopio, las mismas que ingresan a la plaza a libar.
“Claro que nos da miedo que nos roben”, mencionó María Singhiguano, otra comerciante de la plaza, quien aseguró que durante las ferias de los lunes y viernes nunca faltan los atracos a comerciantes y clientes.
Sinchiguano aseguró que los libadores que permanecen consumiendo licor en los alrededores de la plaza causan inconvenientes porque al no tener dinero para comprar más trago también optan por hurtar.
“Aquí no hay guardias de seguridad como en otros mercados, aquí nos cuidamos entre todos los comerciantes”, aseveró.
La informalidad es otro de los problemas que enfrentan los vendedores de este centro de abasto que es uno de los más antiguos de la ciudad, quienes aseguran que existen pérdidas de hasta el 60%.
Usuarios
Carmen Tibán, vive cerca de la plaza, según dijo cuando va a hacer compras se asegura de llevar solo el dinero necesario y de tener “bien agarrada” la cartera.
“En las noches es más peligroso porque se aglomera mucha gente y hay personas que sacan las cosas de los bolsillos”, mencionó Tibán. (RMC)