Trabajadores del sector público en pie de lucha

Protesta. Los manifestantes mostraron con orgullo la sábana en donde dejaron caer su sangre.
Protesta. Los manifestantes mostraron con orgullo la sábana en donde dejaron caer su sangre.

Poco antes de las 17:00 de ayer alrededor de mil trabajadores de diferentes instituciones públicas de la ciudad y la provincia llegaron hasta los bajos de la Gobernación de Tungurahua para poner de manifiesto su inconformidad a las medidas tomadas por el Gobierno Nacional.

Con pancartas en mano y con consignas en contra de la actual Administración Central, los manifestantes tendieron dos sábanas celestes sobre el piso al pie de la puerta de la Gobernación, y con jeringas en mano empezaron a sacarse sangre como muestra de que dejarían sus vidas en las calles para que se mantenga la estabilidad laboral en el país.

Entre las principales inconformidades de los trabajadores es la reforma al Código de Trabajo, en el que según ellos se vulneran varios de sus derechos.

Vilma Solarte, representante de la Federación de Trabajadores de Tungurahua, señaló que la lucha no solamente es para los trabajadores actuales, sino para dejar un país con estabilidad laboral a sus hijos y nietos.

“Con estas reformas son 40 puntos que agreden totalmente al trabajador, por eso debemos seguir en pie de lucha hasta que el Gobierno escuche la voz del pueblo”, resaltó la mujer.

Gabriela G., lleva 24 años trabajando en el área de la salud, y dice que teme que todo lo que han conseguido se venga abajo con las medidas que estaría tomando el Gobierno.

“Es imposible que por las imposiciones que hace el Fondo Monetario Internacional (FMI) se quiera precarizar las condiciones laborales de todos los trabajadores públicos”, dijo la mujer.

Dirigencia

Rodrigo Jordán, dirigente nacional de Organización Sindical Única Nacional de Trabajadores del Ministerio de Salud (Osuntramsa), señaló que ellos no van a dejar su lucha hasta que los pedidos de los trabajadores sean entendidos.

Señaló que para la marcha salieron los trabajadores que ya habían cumplido su jornada de trabajo hasta las 15:30 para que no se interrumpieran los servicios que las instituciones brindan a la colectividad.

“Nosotros no queremos causarle un perjuicio a la población, si estamos en las calles es por luchar por los derechos de todos los ecuatorianos”, manifestó.

Hasta el despacho de Juan Gortaire, gobernador de Tungurahua, subió una delegación de los trabajadores para exponerle su inconformidad y se la haga llegar al Presidente de la República.

Mientras ellos se reunían en la parte baja los protestantes quemaron un ataúd en muestra de todo su descontento. (NVP)