‘La mala noche’: la esclavitud sin cadenas de la trata de personas

RECEPCIÓN. La cinta ha tenido gran acogida en las salas de México, Japón, Taiwán, China, Australia y EE.UU.
RECEPCIÓN. La cinta ha tenido gran acogida en las salas de México, Japón, Taiwán, China, Australia y EE.UU.

En medio de una multitud de hombres, una mujer camina con paso firme hacia adelante. Rendida, rota, aplastada por miradas que la acusan o la desnudan. Luego la vemos sola, en medio del bosque, como las niñas desobedientes antes de encontrarse con el lobo.

Así inicia ‘La mala noche’, el primer largometraje de ficción de la cineasta ambateña Gabriela Calvache. La película se centra en la historia de Dana, una trabajadora sexual que aparentemente labora en libertad, pero que tiene una gran deuda con un proxeneta.

Dana cuenta la historia de miles de mujeres que, desesperadas por salir de una situación crítica, quedan vulnerables ante las redes de explotación sexual: un negocio encubierto por el silencio de las autoridades y la ignorancia de la población, que se ha convertido en la principal forma de esclavitud actual.

Como la mayoría, Calvache no conocía la magnitud del tráfico de mujeres. El tema llegó a ella a través de una ONG que quería compartir uno de sus cortos con un grupo de chicas, en 2011. Cuando las conoció, supo que eran niñas y adolescentes que sobrevivieron a situaciones de trata.

“Me sorprendió mucho no solo el hecho de que la trata existía, sino, aún más, que yo no estuviera consciente de eso”, dice la directora. Desde entonces, inició una investigación que la llevó a otras afectadas.

Enfoque social
La intención de Calvache con ‘La mala noche’ no era realizarse como cineasta, sino arrojar luz sobre el tema y ponerlo en diálogo con los espectadores:

“Tal vez en un momento en mi vida lo importante era hacer una película o estar metida en el cine. Yo ya no siento esa necesidad, cada vez es menor. Ahora me interesa mucho más el darle un sentido a las cosas que hago”, comenta.

Su forma de abordar el tema le valió la nominación al premio ‘Game Changer’ del festival de cine relacionado con los Derechos Humanos, South by Southwest, de Estados Unidos.

Del papel a la pantalla
‘La mala noche’ llega a las salas después de más de ocho años de trabajo, cinco de ellos dedicados a la escritura. “Filmamos la versión 15 del guión porque siempre estuvo en constante transformación”, cuenta la directora.

¿La historia de Dana se basa en experiencias reales?
Las experiencias de trata son bastante comunes, los perfiles y situaciones se parecen. Hay muchas aristas y tomé la que me pareció más sorprendente: la de una persona en trata que aparentemente está en libertad. A qué nivel de coerción hemos llegado con las redes, con la tecnología, para que alguien pueda ser víctima de esclavitud aun estando libre.

¿La historia de Dana se basa en experiencias reales?
Las experiencias de trata son bastante comunes, los perfiles y situaciones se parecen. Hay muchas aristas y tomé la que me pareció más sorprendente: la de una persona en trata que aparentemente está en libertad. A qué nivel de coerción hemos llegado con las redes, con la tecnología, para que alguien pueda ser víctima de esclavitud aun estando libre.

Aunque son escenarios locales, la trama parece desarrollarse en un ‘no lugar’. ¿Qué finalidad tiene esa estética?
La película no sigue ese canon latinoamericano donde, si hablas de pobreza, eres completamente naturalista. ‘La mala noche’ bordea otro universo, que no es el de un país en concreto. Cuando estuve investigando, entendí que las mujeres en esta situación pierden la noción del tiempo y de dónde están. Están en una situación de trance. Yo quería transmitir esta sensación de un mundo paralelo. Se habla poco, no hay acentos, está muy neutralizado.

Los personajes casi nunca hablan de lo que sienten ni la película te dice ‘trata de personas’ o ‘esclavitud’, sino que lo tienes que entender por la actuación, la mirada, los ritmos. Lo importante era darle esta atmósfera globalizada que para mí es la trata. Puede ser una ciudad cualquiera, porque lo importante no es el folclor ni la fotografía de la ciudad, sino la situación que ella está viviendo.

Siendo mujer y madre, ¿cómo te movió grabar esta película?
Fue muy difícil, lo veo con perspectiva y no sé si volvería a hacer algo así. Me costó dos años de depresión, y no por algo que me estuviera pasando a mí, pero sí por entender el mundo en el que vivo y sentir mucha pena e impotencia. Pero creo que después de esa dificultad, de haber tenido el apoyo de mi pareja y de mis hijas, también han surgido cosas buenas. No soy la misma persona, he madurado, he crecido muchísimo, he entendido el sentido de esta película. No son temas fáciles, pero siento que fue honesto. Me estaba afectando porque realmente me importaba lo que estaba contando.

¿Cómo ha cambiado el cine independiente con más mujeres directoras?
Ecuador tiene alta presencia de directoras que han logrado muchas cosas, pero siempre es complejo. Es difícil si eres madre poder llegar a los ritmos de trabajo, a la necesidad de viajes que hay, porque la carrera de cine se construye internacionalmente. En el cine tú eres tu propio barco, he visto que muchas directoras son a la vez sus productoras. En la publicidad, por ejemplo, no se contrata a mujeres directoras. Eso ya te da una manera de evaluar qué se piensa de una mujer directora.

¿Qué crees que haga falta para que la industria del cine en Ecuador funcione más ágilmente?
Falta política pública, porque talento ya hay. Existe un fondo que ha sido constante y bastante bueno. El Instituto de Cine es la institución cultural, si tomas en cuenta la transparencia, el nivel de concurso, los festivales. Pero también ellos tienen problemas económicos para asegurar ese fondo y su propia subsistencia. Estamos dependiendo solamente de lo público.

Es urgente que el nuevo ministro de Cultura tome en cuenta los incentivos fiscales, esto ya está probado en otros países. ‘La mala noche’, que también fue producida en México, fue financiada en un 50% gracias a un incentivo fiscal.

No necesitamos solo hacer películas, tal vez hacerlas sea lo más fácil. Lo más difícil es colocarlas en el medio internacional, lograr que tengan un espacio en el mercado real.

Estreno
Luego de estar nominada a Mejor Fotografía en el Festival de Cine de Guadalajara y haber obtenido la mención a Mejor Director Emergente en el Festival de Cine de Minneapolis St. Paul, la película estrenará el 23 de agosto.

La directora, los actores y miembros del equipo de producción estarán presentes durante el preestreno en Ambato, el 14 de agosto en el Cinemark del Mall de Los Andes, a las 18:00; en Cuenca el 15 de agosto en el Multicines Milenium, a las 19:30; en Guayaquil el 19 de agosto, en el Cinemark del Village Plaza a las 20:00, y en Quito el 21 de agosto, en Cinemark del Paseo San Francisco. (AA)

FRASES

La mala noche no te muestra la trata que te esperarías, con grilletes y barrotes, sino que es la trata cotidiana, la que no eres capaz de darte cuenta que está ahí, pero está”. El esfuerzo que toma hacer una película no se justifica si el contenido no tiene un fin”.