El tiempo es “HOY”

Gabriela Rosero

Todos en algún momento hemos oído un par de frases populares como “la vida se va en un abrir y cerrar de ojos” o “la vida se va y no vuelve”. Incluso me atrevo a decir que un gran porcentaje de nosotros las hemos dicho; es por estas frases que mi editorial va enfocado a hablar de la importancia de disfrutar de nuestro día a día.

Partamos de analizar que todos vivimos en un ritmo laboral frenético, ¿nos hemos puesto a pensar qué porcentaje de nuestro día lo dedicamos a nosotros, a un amigo o a un familiar?

Muchas veces perdemos la noción del tiempo debido a la gran cantidad de tareas que tenemos en nuestras manos.

El trabajo es una «herramienta» que nos permite obtener los recursos económicos para financiar nuestro presupuesto familiar, es decir, es un «medio», no es el «fin» de nuestra vida.

Pero ocurre que muchos de nosotros lo único que hacemos es trabajar y trabajar bajo la excusa de que «no quiero que a mis hijos les falte lo que yo no tuve». Déjenme decirles que eso es únicamente un pretexto, ¿saben por qué? Porque a nuestros hijos no se les hereda bienes, nuestro mejor legado es el tiempo, amor, cariño, comprensión y atención que se les entrega. Así se les enseña la importancia de sentirse amados y eso se da únicamente compartiendo con ellos nuestro mayor tesoro llamado «tiempo».

No nos olvidemos de otros valiosos elementos que nos permiten vivir en plenitud. Hoy quiero preguntar algo importante: ¿hace cuánto tiempo hiciste algo que realmente te apasione? Tú respuesta te llevará a evaluar si estas disfrutando de tu vida a plenitud.

Por ejemplo, posponemos el tiempo para hacer una visita a un familiar, a un anciano o a un enfermo… y luego nos «toca» ir a su funeral.

Posponemos visitar a nuestro padre o madre porque nos falta el tiempo en el trabajo… y luego nos «toca» ir al hospital a cuidar de ellos.

Posponemos ir a compartir un café con los amigos por las ocupaciones laborales… pero luego nos damos cuenta que nos hemos alejado tanto de ellos, que ya ni siquiera nos invitan o ya no tenemos historias que nos unan.

No dejemos pasar nuestra vida sin dejarle saber a nuestros seres queridos la importancia que tienen para nosotros, equilibremos el uso del tiempo y disfrutemos lo hermoso que es compartir.

Para reflexionarlo, ¿verdad?