El comercio ilegal de animales, un creciente mercado negro en América

SITUACIÓN. El canario costeño es una de las especies traficadas.
SITUACIÓN. El canario costeño es una de las especies traficadas.
SITUACIÓN. El canario costeño es una de las especies traficadas.
SITUACIÓN. El canario costeño es una de las especies traficadas.
SITUACIÓN. El canario costeño es una de las especies traficadas.
SITUACIÓN. El canario costeño es una de las especies traficadas.
SITUACIÓN. El canario costeño es una de las especies traficadas.
SITUACIÓN. El canario costeño es una de las especies traficadas.

Redacción INTERNACIONAL

EFE

En América sigue creciendo el comercio ilegal de vida silvestre, que mueve tanto dinero como el tráfico de drogas o de armas. Por eso, millones de especies tienen amenazada su supervivencia. Son vendidas en crueles condiciones a coleccionistas, mercados de comidas exóticas o para exhibiciones.

Datos de la ONU indican que esta modalidad delictiva mueve globalmente cerca de 23.000 millones de dólares anuales, un negocio que afecta especialmente a América, al contar con cinco de los 10 países con mayor diversidad del planeta (Brasil, Colombia, Ecuador, México y Perú) y con uno de los principales compradores en el mundo (EE.UU.).

Datos de la ONG Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS) apuntan a que las aves son los animales vivos traficados con mayor frecuencia en Latinoamérica, “dada su alta demanda en mercados locales de mascotas y coleccionistas”.

Se calcula que en Brasil las aves representan el 80% de la cantidad total de todos los animales traficados.

Mientras que Perú, uno de los países con mayor número de especies de aves en el planeta, reporta un gran mercado local clandestino que afecta especialmente al botón de oro y el periquito alia Ecuador ve amenazados por este fenómeno sus aves, reptiles y mamíferos. El país afronta además un riesgo latente en el archipiélago de Galápagos, donde llegaron a sustraer un centenar tortugas terrestres gigantes de un centro de crianza de quelonios endémicos.

Redacción INTERNACIONAL

EFE

En América sigue creciendo el comercio ilegal de vida silvestre, que mueve tanto dinero como el tráfico de drogas o de armas. Por eso, millones de especies tienen amenazada su supervivencia. Son vendidas en crueles condiciones a coleccionistas, mercados de comidas exóticas o para exhibiciones.

Datos de la ONU indican que esta modalidad delictiva mueve globalmente cerca de 23.000 millones de dólares anuales, un negocio que afecta especialmente a América, al contar con cinco de los 10 países con mayor diversidad del planeta (Brasil, Colombia, Ecuador, México y Perú) y con uno de los principales compradores en el mundo (EE.UU.).

Datos de la ONG Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS) apuntan a que las aves son los animales vivos traficados con mayor frecuencia en Latinoamérica, “dada su alta demanda en mercados locales de mascotas y coleccionistas”.

Se calcula que en Brasil las aves representan el 80% de la cantidad total de todos los animales traficados.

Mientras que Perú, uno de los países con mayor número de especies de aves en el planeta, reporta un gran mercado local clandestino que afecta especialmente al botón de oro y el periquito alia Ecuador ve amenazados por este fenómeno sus aves, reptiles y mamíferos. El país afronta además un riesgo latente en el archipiélago de Galápagos, donde llegaron a sustraer un centenar tortugas terrestres gigantes de un centro de crianza de quelonios endémicos.

Redacción INTERNACIONAL

EFE

En América sigue creciendo el comercio ilegal de vida silvestre, que mueve tanto dinero como el tráfico de drogas o de armas. Por eso, millones de especies tienen amenazada su supervivencia. Son vendidas en crueles condiciones a coleccionistas, mercados de comidas exóticas o para exhibiciones.

Datos de la ONU indican que esta modalidad delictiva mueve globalmente cerca de 23.000 millones de dólares anuales, un negocio que afecta especialmente a América, al contar con cinco de los 10 países con mayor diversidad del planeta (Brasil, Colombia, Ecuador, México y Perú) y con uno de los principales compradores en el mundo (EE.UU.).

Datos de la ONG Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS) apuntan a que las aves son los animales vivos traficados con mayor frecuencia en Latinoamérica, “dada su alta demanda en mercados locales de mascotas y coleccionistas”.

Se calcula que en Brasil las aves representan el 80% de la cantidad total de todos los animales traficados.

Mientras que Perú, uno de los países con mayor número de especies de aves en el planeta, reporta un gran mercado local clandestino que afecta especialmente al botón de oro y el periquito alia Ecuador ve amenazados por este fenómeno sus aves, reptiles y mamíferos. El país afronta además un riesgo latente en el archipiélago de Galápagos, donde llegaron a sustraer un centenar tortugas terrestres gigantes de un centro de crianza de quelonios endémicos.

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EFE

En América sigue creciendo el comercio ilegal de vida silvestre, que mueve tanto dinero como el tráfico de drogas o de armas. Por eso, millones de especies tienen amenazada su supervivencia. Son vendidas en crueles condiciones a coleccionistas, mercados de comidas exóticas o para exhibiciones.

Datos de la ONU indican que esta modalidad delictiva mueve globalmente cerca de 23.000 millones de dólares anuales, un negocio que afecta especialmente a América, al contar con cinco de los 10 países con mayor diversidad del planeta (Brasil, Colombia, Ecuador, México y Perú) y con uno de los principales compradores en el mundo (EE.UU.).

Datos de la ONG Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS) apuntan a que las aves son los animales vivos traficados con mayor frecuencia en Latinoamérica, “dada su alta demanda en mercados locales de mascotas y coleccionistas”.

Se calcula que en Brasil las aves representan el 80% de la cantidad total de todos los animales traficados.

Mientras que Perú, uno de los países con mayor número de especies de aves en el planeta, reporta un gran mercado local clandestino que afecta especialmente al botón de oro y el periquito alia Ecuador ve amenazados por este fenómeno sus aves, reptiles y mamíferos. El país afronta además un riesgo latente en el archipiélago de Galápagos, donde llegaron a sustraer un centenar tortugas terrestres gigantes de un centro de crianza de quelonios endémicos.