‘A son of man’, la historia real de lo inexplorado

ESCENA. La cinta no se rodó con actores profesionales ni en estudios de grabación.  (Foto de Cortesía)
ESCENA. La cinta no se rodó con actores profesionales ni en estudios de grabación. (Foto de Cortesía)
ESCENA. La cinta no se rodó con actores profesionales ni en estudios de grabación.  (Foto de Cortesía)
ESCENA. La cinta no se rodó con actores profesionales ni en estudios de grabación. (Foto de Cortesía)
ESCENA. La cinta no se rodó con actores profesionales ni en estudios de grabación.  (Foto de Cortesía)
ESCENA. La cinta no se rodó con actores profesionales ni en estudios de grabación. (Foto de Cortesía)
ESCENA. La cinta no se rodó con actores profesionales ni en estudios de grabación.  (Foto de Cortesía)
ESCENA. La cinta no se rodó con actores profesionales ni en estudios de grabación. (Foto de Cortesía)

“Soy explorador desde hace 24 años. Exploro el Amazonas y los Andes, en busca del tesoro de Atahualpa”, cuenta Luis Felipe Fernández-Salvador y Campodonico, el director del último estreno del cine ecuatoriano: ‘A son of man’. Rodada en la selva de la región Llanganates y otros míticos escenarios del país, la cinta rememora el legado de una familia de aventureros y la relación entre un padre y su hijo, a través de los increíbles tesoros que se esconden en nuestro territorio.

La película se estrenará en los cines comerciales del país el 25 de este mes.

Un misterio familiar
Fernández-Salvador proviene de una familia de exploradores y es heredero “de historias que han sido celosamente guardadas”, que, con esta película, busca compartir con el país. “Pienso que es algo que nos pertenece a todos”, comenta.

Para hacerlo, por más de diez años ha trabajado en la creación de un nuevo género, el ‘realismo fantástico’, el cual “se acoge a las leyes del cine documental, pero se inspira en la decisión estética y narrativa del cine de ficción”.

Desde niño, fue seguidor de los relatos audiovisuales del francés Jacques Cousteau, pionero en acercar a las audiencias a experiencias de exploración, “para enriquecerlas cultural e intelectualmente”. A eso se le sumó el deseo de crear una memoria de su padre, Andrés Fernández-Salvador y Zaldumbide, “que honrara la manera en que él me enseñó a ver el mundo: de forma idealista, soñadora”.

El proyecto inició con la documentación de sus travesías familiares: “Me costó convencer a mi papá para llevar cámaras y corresponsales de guerra, que al principio eran los únicos dispuestos a arriesgar su vida en esto”, cuenta.

A eso le sobrevino la muerte de su padre, lo cual lo obligó a dar un giro en la narración, que terminó siendo protagonizada por su hijo, Luis Felipe Fernández-Salvador y Boloña: “No teníamos una relación muy cercana, y cubrí ese vacío creando un pretexto narrativo que también me acercó a mi hijo, quien comenzó a hacer expediciones conmigo”.

Ni documental ni ficción
‘A son of man’ se inscribe en el realismo y prescinde de actores. El director se interesó por que los personajes “se representen a sí mismos como realmente son, de una manera que los lleve a trascender o evolucionar en la película y en sus vidas”.

Inspirado en la propuesta narrativa de Jean Rouch, creador del ‘cinéma-vérité’ (‘cine de lo real’), Fernández-Salvador decidió quebrar el límite entre el discurso educativo del documental y la estética inmersiva de la ficción.

Así, comparte lo que él y sus antepasados han hallado en su búsqueda del tesoro más codiciado por los conquistadores: “He encontrado muchísimas cosas, que espero que conozca el público. Otras, en cambio, no se tocan: se quedan ahí, para protegerlas del canibalismo de la globalización”, dice.

El salto a Hollywood
Su ambicioso proyecto es la primera megaproducción nacional, con un presupuesto de 15 millones de dólares. El film recibió el apoyo de productores que han brillado en Hollywood, como Gustavo Santaolalla (Babel), Guillermo Navarro (El laberinto del fauno), Robert Blalack (Star Wars, episodio IV) y Guillaume Rocheron (La vida de Pi).

“Hay una gran campaña detrás de lo que llamamos ‘Hollywood en Ecuador’. Buscamos motivar a otros cineastas a colaborar con el cine internacional; es una gran apuesta a la producción de cultura que no sea solo para intelectuales, sino para audiencias que buscan entretenimiento con algo nuestro, que pueda también ser disfrutado por público en el exterior y exportar nuestra firma estética”, dice el cineasta.

‘A son of man’ fue proyectada y recibió numerosos premios en festivales internacionales como ‘working version’ (trabajo en progreso). Acaba de finalizar su etapa de posproducción hace una semana y está lista para su estreno mundial en las salas de Ecuador. (AA)

FRASE

Mi intención es idealizar nuestra cultura, nuestra historia, esos secretos bellísimos del país, que nos hacen ecuatorianos”. Luis Felipe Fernández-Salvador director.

“Soy explorador desde hace 24 años. Exploro el Amazonas y los Andes, en busca del tesoro de Atahualpa”, cuenta Luis Felipe Fernández-Salvador y Campodonico, el director del último estreno del cine ecuatoriano: ‘A son of man’. Rodada en la selva de la región Llanganates y otros míticos escenarios del país, la cinta rememora el legado de una familia de aventureros y la relación entre un padre y su hijo, a través de los increíbles tesoros que se esconden en nuestro territorio.

La película se estrenará en los cines comerciales del país el 25 de este mes.

Un misterio familiar
Fernández-Salvador proviene de una familia de exploradores y es heredero “de historias que han sido celosamente guardadas”, que, con esta película, busca compartir con el país. “Pienso que es algo que nos pertenece a todos”, comenta.

Para hacerlo, por más de diez años ha trabajado en la creación de un nuevo género, el ‘realismo fantástico’, el cual “se acoge a las leyes del cine documental, pero se inspira en la decisión estética y narrativa del cine de ficción”.

Desde niño, fue seguidor de los relatos audiovisuales del francés Jacques Cousteau, pionero en acercar a las audiencias a experiencias de exploración, “para enriquecerlas cultural e intelectualmente”. A eso se le sumó el deseo de crear una memoria de su padre, Andrés Fernández-Salvador y Zaldumbide, “que honrara la manera en que él me enseñó a ver el mundo: de forma idealista, soñadora”.

El proyecto inició con la documentación de sus travesías familiares: “Me costó convencer a mi papá para llevar cámaras y corresponsales de guerra, que al principio eran los únicos dispuestos a arriesgar su vida en esto”, cuenta.

A eso le sobrevino la muerte de su padre, lo cual lo obligó a dar un giro en la narración, que terminó siendo protagonizada por su hijo, Luis Felipe Fernández-Salvador y Boloña: “No teníamos una relación muy cercana, y cubrí ese vacío creando un pretexto narrativo que también me acercó a mi hijo, quien comenzó a hacer expediciones conmigo”.

Ni documental ni ficción
‘A son of man’ se inscribe en el realismo y prescinde de actores. El director se interesó por que los personajes “se representen a sí mismos como realmente son, de una manera que los lleve a trascender o evolucionar en la película y en sus vidas”.

Inspirado en la propuesta narrativa de Jean Rouch, creador del ‘cinéma-vérité’ (‘cine de lo real’), Fernández-Salvador decidió quebrar el límite entre el discurso educativo del documental y la estética inmersiva de la ficción.

Así, comparte lo que él y sus antepasados han hallado en su búsqueda del tesoro más codiciado por los conquistadores: “He encontrado muchísimas cosas, que espero que conozca el público. Otras, en cambio, no se tocan: se quedan ahí, para protegerlas del canibalismo de la globalización”, dice.

El salto a Hollywood
Su ambicioso proyecto es la primera megaproducción nacional, con un presupuesto de 15 millones de dólares. El film recibió el apoyo de productores que han brillado en Hollywood, como Gustavo Santaolalla (Babel), Guillermo Navarro (El laberinto del fauno), Robert Blalack (Star Wars, episodio IV) y Guillaume Rocheron (La vida de Pi).

“Hay una gran campaña detrás de lo que llamamos ‘Hollywood en Ecuador’. Buscamos motivar a otros cineastas a colaborar con el cine internacional; es una gran apuesta a la producción de cultura que no sea solo para intelectuales, sino para audiencias que buscan entretenimiento con algo nuestro, que pueda también ser disfrutado por público en el exterior y exportar nuestra firma estética”, dice el cineasta.

‘A son of man’ fue proyectada y recibió numerosos premios en festivales internacionales como ‘working version’ (trabajo en progreso). Acaba de finalizar su etapa de posproducción hace una semana y está lista para su estreno mundial en las salas de Ecuador. (AA)

FRASE

Mi intención es idealizar nuestra cultura, nuestra historia, esos secretos bellísimos del país, que nos hacen ecuatorianos”. Luis Felipe Fernández-Salvador director.

“Soy explorador desde hace 24 años. Exploro el Amazonas y los Andes, en busca del tesoro de Atahualpa”, cuenta Luis Felipe Fernández-Salvador y Campodonico, el director del último estreno del cine ecuatoriano: ‘A son of man’. Rodada en la selva de la región Llanganates y otros míticos escenarios del país, la cinta rememora el legado de una familia de aventureros y la relación entre un padre y su hijo, a través de los increíbles tesoros que se esconden en nuestro territorio.

La película se estrenará en los cines comerciales del país el 25 de este mes.

Un misterio familiar
Fernández-Salvador proviene de una familia de exploradores y es heredero “de historias que han sido celosamente guardadas”, que, con esta película, busca compartir con el país. “Pienso que es algo que nos pertenece a todos”, comenta.

Para hacerlo, por más de diez años ha trabajado en la creación de un nuevo género, el ‘realismo fantástico’, el cual “se acoge a las leyes del cine documental, pero se inspira en la decisión estética y narrativa del cine de ficción”.

Desde niño, fue seguidor de los relatos audiovisuales del francés Jacques Cousteau, pionero en acercar a las audiencias a experiencias de exploración, “para enriquecerlas cultural e intelectualmente”. A eso se le sumó el deseo de crear una memoria de su padre, Andrés Fernández-Salvador y Zaldumbide, “que honrara la manera en que él me enseñó a ver el mundo: de forma idealista, soñadora”.

El proyecto inició con la documentación de sus travesías familiares: “Me costó convencer a mi papá para llevar cámaras y corresponsales de guerra, que al principio eran los únicos dispuestos a arriesgar su vida en esto”, cuenta.

A eso le sobrevino la muerte de su padre, lo cual lo obligó a dar un giro en la narración, que terminó siendo protagonizada por su hijo, Luis Felipe Fernández-Salvador y Boloña: “No teníamos una relación muy cercana, y cubrí ese vacío creando un pretexto narrativo que también me acercó a mi hijo, quien comenzó a hacer expediciones conmigo”.

Ni documental ni ficción
‘A son of man’ se inscribe en el realismo y prescinde de actores. El director se interesó por que los personajes “se representen a sí mismos como realmente son, de una manera que los lleve a trascender o evolucionar en la película y en sus vidas”.

Inspirado en la propuesta narrativa de Jean Rouch, creador del ‘cinéma-vérité’ (‘cine de lo real’), Fernández-Salvador decidió quebrar el límite entre el discurso educativo del documental y la estética inmersiva de la ficción.

Así, comparte lo que él y sus antepasados han hallado en su búsqueda del tesoro más codiciado por los conquistadores: “He encontrado muchísimas cosas, que espero que conozca el público. Otras, en cambio, no se tocan: se quedan ahí, para protegerlas del canibalismo de la globalización”, dice.

El salto a Hollywood
Su ambicioso proyecto es la primera megaproducción nacional, con un presupuesto de 15 millones de dólares. El film recibió el apoyo de productores que han brillado en Hollywood, como Gustavo Santaolalla (Babel), Guillermo Navarro (El laberinto del fauno), Robert Blalack (Star Wars, episodio IV) y Guillaume Rocheron (La vida de Pi).

“Hay una gran campaña detrás de lo que llamamos ‘Hollywood en Ecuador’. Buscamos motivar a otros cineastas a colaborar con el cine internacional; es una gran apuesta a la producción de cultura que no sea solo para intelectuales, sino para audiencias que buscan entretenimiento con algo nuestro, que pueda también ser disfrutado por público en el exterior y exportar nuestra firma estética”, dice el cineasta.

‘A son of man’ fue proyectada y recibió numerosos premios en festivales internacionales como ‘working version’ (trabajo en progreso). Acaba de finalizar su etapa de posproducción hace una semana y está lista para su estreno mundial en las salas de Ecuador. (AA)

FRASE

Mi intención es idealizar nuestra cultura, nuestra historia, esos secretos bellísimos del país, que nos hacen ecuatorianos”. Luis Felipe Fernández-Salvador director.

“Soy explorador desde hace 24 años. Exploro el Amazonas y los Andes, en busca del tesoro de Atahualpa”, cuenta Luis Felipe Fernández-Salvador y Campodonico, el director del último estreno del cine ecuatoriano: ‘A son of man’. Rodada en la selva de la región Llanganates y otros míticos escenarios del país, la cinta rememora el legado de una familia de aventureros y la relación entre un padre y su hijo, a través de los increíbles tesoros que se esconden en nuestro territorio.

La película se estrenará en los cines comerciales del país el 25 de este mes.

Un misterio familiar
Fernández-Salvador proviene de una familia de exploradores y es heredero “de historias que han sido celosamente guardadas”, que, con esta película, busca compartir con el país. “Pienso que es algo que nos pertenece a todos”, comenta.

Para hacerlo, por más de diez años ha trabajado en la creación de un nuevo género, el ‘realismo fantástico’, el cual “se acoge a las leyes del cine documental, pero se inspira en la decisión estética y narrativa del cine de ficción”.

Desde niño, fue seguidor de los relatos audiovisuales del francés Jacques Cousteau, pionero en acercar a las audiencias a experiencias de exploración, “para enriquecerlas cultural e intelectualmente”. A eso se le sumó el deseo de crear una memoria de su padre, Andrés Fernández-Salvador y Zaldumbide, “que honrara la manera en que él me enseñó a ver el mundo: de forma idealista, soñadora”.

El proyecto inició con la documentación de sus travesías familiares: “Me costó convencer a mi papá para llevar cámaras y corresponsales de guerra, que al principio eran los únicos dispuestos a arriesgar su vida en esto”, cuenta.

A eso le sobrevino la muerte de su padre, lo cual lo obligó a dar un giro en la narración, que terminó siendo protagonizada por su hijo, Luis Felipe Fernández-Salvador y Boloña: “No teníamos una relación muy cercana, y cubrí ese vacío creando un pretexto narrativo que también me acercó a mi hijo, quien comenzó a hacer expediciones conmigo”.

Ni documental ni ficción
‘A son of man’ se inscribe en el realismo y prescinde de actores. El director se interesó por que los personajes “se representen a sí mismos como realmente son, de una manera que los lleve a trascender o evolucionar en la película y en sus vidas”.

Inspirado en la propuesta narrativa de Jean Rouch, creador del ‘cinéma-vérité’ (‘cine de lo real’), Fernández-Salvador decidió quebrar el límite entre el discurso educativo del documental y la estética inmersiva de la ficción.

Así, comparte lo que él y sus antepasados han hallado en su búsqueda del tesoro más codiciado por los conquistadores: “He encontrado muchísimas cosas, que espero que conozca el público. Otras, en cambio, no se tocan: se quedan ahí, para protegerlas del canibalismo de la globalización”, dice.

El salto a Hollywood
Su ambicioso proyecto es la primera megaproducción nacional, con un presupuesto de 15 millones de dólares. El film recibió el apoyo de productores que han brillado en Hollywood, como Gustavo Santaolalla (Babel), Guillermo Navarro (El laberinto del fauno), Robert Blalack (Star Wars, episodio IV) y Guillaume Rocheron (La vida de Pi).

“Hay una gran campaña detrás de lo que llamamos ‘Hollywood en Ecuador’. Buscamos motivar a otros cineastas a colaborar con el cine internacional; es una gran apuesta a la producción de cultura que no sea solo para intelectuales, sino para audiencias que buscan entretenimiento con algo nuestro, que pueda también ser disfrutado por público en el exterior y exportar nuestra firma estética”, dice el cineasta.

‘A son of man’ fue proyectada y recibió numerosos premios en festivales internacionales como ‘working version’ (trabajo en progreso). Acaba de finalizar su etapa de posproducción hace una semana y está lista para su estreno mundial en las salas de Ecuador. (AA)

FRASE

Mi intención es idealizar nuestra cultura, nuestra historia, esos secretos bellísimos del país, que nos hacen ecuatorianos”. Luis Felipe Fernández-Salvador director.