Paro nacional

Pablo Balarezo

El desequilibrio financiero de la patria, herencia de una turba de bandoleros políticos de la década pasada, y, que aún, muchos de ellos, todavía se encuentran enrolados en la burocracia fiscal, desafió al pueblo a conformarse con nuevas tentativas contrarias a sus intereses. El rechazo fue total, no solamente de indígenas, sino, además, todo el pueblo patrio. El paro nacional reclamó al gobierno su falta de decisión para hacer devolver lo sustraído, no más, meter mano al bolsillo del ciudadano. Atender a hospitales, mejor educación, medicinas, es prioritario. El pueblo: molesto, confundido con los resultados de las investigaciones de la venta anticipada del petróleo a Petrochina revelando la más infame depredación de los dineros del país, ocasionando un intolerable e injustificable desequilibrio financiero. Semejante desatino lograba tan solo intereses personales. César Montufar, exlegislador aseveraba: “Vivían el apogeo del poder”, esto demuestra que reprodujeron un comportamiento mafioso. Grupos de empresarios, políticos, funcionarios públicos coludidos para cometer actos ilícitos; actuaban de una manera cínica. Ellos estaban seguros de la impunidad, porque controlaban todo, incluida la justicia”. Un paquetazo sin lógica contenido en el Decreto 883 justificaba, que el pueblo pague el despreciable despilfarro. El paro nacional se produjo en rechazo a semejante ignominia, y, a la falta de sensatez, por no recuperar los 70.000 millones de dólares usurpados. Alteraciones inhumanas llenas de terror, descaro, no faltaron, horda de vándalos con pensamiento enardecido lastimó tremendamente a la ciudad capital, destruyeron su patrimonio tratando de destituir al gobierno constituido. Si continúa esta barbarie, y sin liderazgo útil, la patria será Estado fallido.

Pablo Balarezo

El desequilibrio financiero de la patria, herencia de una turba de bandoleros políticos de la década pasada, y, que aún, muchos de ellos, todavía se encuentran enrolados en la burocracia fiscal, desafió al pueblo a conformarse con nuevas tentativas contrarias a sus intereses. El rechazo fue total, no solamente de indígenas, sino, además, todo el pueblo patrio. El paro nacional reclamó al gobierno su falta de decisión para hacer devolver lo sustraído, no más, meter mano al bolsillo del ciudadano. Atender a hospitales, mejor educación, medicinas, es prioritario. El pueblo: molesto, confundido con los resultados de las investigaciones de la venta anticipada del petróleo a Petrochina revelando la más infame depredación de los dineros del país, ocasionando un intolerable e injustificable desequilibrio financiero. Semejante desatino lograba tan solo intereses personales. César Montufar, exlegislador aseveraba: “Vivían el apogeo del poder”, esto demuestra que reprodujeron un comportamiento mafioso. Grupos de empresarios, políticos, funcionarios públicos coludidos para cometer actos ilícitos; actuaban de una manera cínica. Ellos estaban seguros de la impunidad, porque controlaban todo, incluida la justicia”. Un paquetazo sin lógica contenido en el Decreto 883 justificaba, que el pueblo pague el despreciable despilfarro. El paro nacional se produjo en rechazo a semejante ignominia, y, a la falta de sensatez, por no recuperar los 70.000 millones de dólares usurpados. Alteraciones inhumanas llenas de terror, descaro, no faltaron, horda de vándalos con pensamiento enardecido lastimó tremendamente a la ciudad capital, destruyeron su patrimonio tratando de destituir al gobierno constituido. Si continúa esta barbarie, y sin liderazgo útil, la patria será Estado fallido.

Pablo Balarezo

El desequilibrio financiero de la patria, herencia de una turba de bandoleros políticos de la década pasada, y, que aún, muchos de ellos, todavía se encuentran enrolados en la burocracia fiscal, desafió al pueblo a conformarse con nuevas tentativas contrarias a sus intereses. El rechazo fue total, no solamente de indígenas, sino, además, todo el pueblo patrio. El paro nacional reclamó al gobierno su falta de decisión para hacer devolver lo sustraído, no más, meter mano al bolsillo del ciudadano. Atender a hospitales, mejor educación, medicinas, es prioritario. El pueblo: molesto, confundido con los resultados de las investigaciones de la venta anticipada del petróleo a Petrochina revelando la más infame depredación de los dineros del país, ocasionando un intolerable e injustificable desequilibrio financiero. Semejante desatino lograba tan solo intereses personales. César Montufar, exlegislador aseveraba: “Vivían el apogeo del poder”, esto demuestra que reprodujeron un comportamiento mafioso. Grupos de empresarios, políticos, funcionarios públicos coludidos para cometer actos ilícitos; actuaban de una manera cínica. Ellos estaban seguros de la impunidad, porque controlaban todo, incluida la justicia”. Un paquetazo sin lógica contenido en el Decreto 883 justificaba, que el pueblo pague el despreciable despilfarro. El paro nacional se produjo en rechazo a semejante ignominia, y, a la falta de sensatez, por no recuperar los 70.000 millones de dólares usurpados. Alteraciones inhumanas llenas de terror, descaro, no faltaron, horda de vándalos con pensamiento enardecido lastimó tremendamente a la ciudad capital, destruyeron su patrimonio tratando de destituir al gobierno constituido. Si continúa esta barbarie, y sin liderazgo útil, la patria será Estado fallido.

Pablo Balarezo

El desequilibrio financiero de la patria, herencia de una turba de bandoleros políticos de la década pasada, y, que aún, muchos de ellos, todavía se encuentran enrolados en la burocracia fiscal, desafió al pueblo a conformarse con nuevas tentativas contrarias a sus intereses. El rechazo fue total, no solamente de indígenas, sino, además, todo el pueblo patrio. El paro nacional reclamó al gobierno su falta de decisión para hacer devolver lo sustraído, no más, meter mano al bolsillo del ciudadano. Atender a hospitales, mejor educación, medicinas, es prioritario. El pueblo: molesto, confundido con los resultados de las investigaciones de la venta anticipada del petróleo a Petrochina revelando la más infame depredación de los dineros del país, ocasionando un intolerable e injustificable desequilibrio financiero. Semejante desatino lograba tan solo intereses personales. César Montufar, exlegislador aseveraba: “Vivían el apogeo del poder”, esto demuestra que reprodujeron un comportamiento mafioso. Grupos de empresarios, políticos, funcionarios públicos coludidos para cometer actos ilícitos; actuaban de una manera cínica. Ellos estaban seguros de la impunidad, porque controlaban todo, incluida la justicia”. Un paquetazo sin lógica contenido en el Decreto 883 justificaba, que el pueblo pague el despreciable despilfarro. El paro nacional se produjo en rechazo a semejante ignominia, y, a la falta de sensatez, por no recuperar los 70.000 millones de dólares usurpados. Alteraciones inhumanas llenas de terror, descaro, no faltaron, horda de vándalos con pensamiento enardecido lastimó tremendamente a la ciudad capital, destruyeron su patrimonio tratando de destituir al gobierno constituido. Si continúa esta barbarie, y sin liderazgo útil, la patria será Estado fallido.