Piñera descarta renunciar

VANDALISMO. Un piquete de policías es atacado con una bomba incendiaria. (AFP)
VANDALISMO. Un piquete de policías es atacado con una bomba incendiaria. (AFP)
VANDALISMO. Un piquete de policías es atacado con una bomba incendiaria. (AFP)
VANDALISMO. Un piquete de policías es atacado con una bomba incendiaria. (AFP)
VANDALISMO. Un piquete de policías es atacado con una bomba incendiaria. (AFP)
VANDALISMO. Un piquete de policías es atacado con una bomba incendiaria. (AFP)
VANDALISMO. Un piquete de policías es atacado con una bomba incendiaria. (AFP)
VANDALISMO. Un piquete de policías es atacado con una bomba incendiaria. (AFP)

Redacción SANTIAGO

AFP

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, descartó renunciar y admitió por primera vez estar dispuesto a reformar la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, en un intento por acallar las protestas que siguen vivas en las calles del país después de 20 días.

El mandatario, que llevaba días en silencio, concedió una entrevista a la BBC de Londres en la que afirmó que no dimitirá pese a las masivas protestas antigubernamentales marcadas por la violencia en las últimas jornadas, con enfrentamientos que la noche del lunes dejaron a dos policías heridas por bombas incendiarias.

Al ser consultado sobre los llamados que se escuchan en Chile para que dimita, el mandatario conservador contestó tajantemente: “No”.

En otra parte de la entrevista afirmó: “Por supuesto que voy a llegar al fin de mi Gobierno. Fui elegido democráticamente por una enorme mayoría de chilenos”.
Los gritos de “¡Renuncia Piñera!” se escuchan con fuerza en las manifestaciones callejeras.

Redacción SANTIAGO

AFP

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, descartó renunciar y admitió por primera vez estar dispuesto a reformar la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, en un intento por acallar las protestas que siguen vivas en las calles del país después de 20 días.

El mandatario, que llevaba días en silencio, concedió una entrevista a la BBC de Londres en la que afirmó que no dimitirá pese a las masivas protestas antigubernamentales marcadas por la violencia en las últimas jornadas, con enfrentamientos que la noche del lunes dejaron a dos policías heridas por bombas incendiarias.

Al ser consultado sobre los llamados que se escuchan en Chile para que dimita, el mandatario conservador contestó tajantemente: “No”.

En otra parte de la entrevista afirmó: “Por supuesto que voy a llegar al fin de mi Gobierno. Fui elegido democráticamente por una enorme mayoría de chilenos”.
Los gritos de “¡Renuncia Piñera!” se escuchan con fuerza en las manifestaciones callejeras.

Redacción SANTIAGO

AFP

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, descartó renunciar y admitió por primera vez estar dispuesto a reformar la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, en un intento por acallar las protestas que siguen vivas en las calles del país después de 20 días.

El mandatario, que llevaba días en silencio, concedió una entrevista a la BBC de Londres en la que afirmó que no dimitirá pese a las masivas protestas antigubernamentales marcadas por la violencia en las últimas jornadas, con enfrentamientos que la noche del lunes dejaron a dos policías heridas por bombas incendiarias.

Al ser consultado sobre los llamados que se escuchan en Chile para que dimita, el mandatario conservador contestó tajantemente: “No”.

En otra parte de la entrevista afirmó: “Por supuesto que voy a llegar al fin de mi Gobierno. Fui elegido democráticamente por una enorme mayoría de chilenos”.
Los gritos de “¡Renuncia Piñera!” se escuchan con fuerza en las manifestaciones callejeras.

Redacción SANTIAGO

AFP

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, descartó renunciar y admitió por primera vez estar dispuesto a reformar la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, en un intento por acallar las protestas que siguen vivas en las calles del país después de 20 días.

El mandatario, que llevaba días en silencio, concedió una entrevista a la BBC de Londres en la que afirmó que no dimitirá pese a las masivas protestas antigubernamentales marcadas por la violencia en las últimas jornadas, con enfrentamientos que la noche del lunes dejaron a dos policías heridas por bombas incendiarias.

Al ser consultado sobre los llamados que se escuchan en Chile para que dimita, el mandatario conservador contestó tajantemente: “No”.

En otra parte de la entrevista afirmó: “Por supuesto que voy a llegar al fin de mi Gobierno. Fui elegido democráticamente por una enorme mayoría de chilenos”.
Los gritos de “¡Renuncia Piñera!” se escuchan con fuerza en las manifestaciones callejeras.

DISTURBIOS. Las escenas de violencia entre manifestantes y la policía se tornan cada vez más violentas. (AFP)
DISTURBIOS. Las escenas de violencia entre manifestantes y la policía se tornan cada vez más violentas. (AFP)
DISTURBIOS. Las escenas de violencia entre manifestantes y la policía se tornan cada vez más violentas. (AFP)
DISTURBIOS. Las escenas de violencia entre manifestantes y la policía se tornan cada vez más violentas. (AFP)
DISTURBIOS. Las escenas de violencia entre manifestantes y la policía se tornan cada vez más violentas. (AFP)
DISTURBIOS. Las escenas de violencia entre manifestantes y la policía se tornan cada vez más violentas. (AFP)
DISTURBIOS. Las escenas de violencia entre manifestantes y la policía se tornan cada vez más violentas. (AFP)
DISTURBIOS. Las escenas de violencia entre manifestantes y la policía se tornan cada vez más violentas. (AFP)

Dispuesto al diálogo
Como una opción para desactivar la crisis, Piñera también se mostró por primera vez abierto a reformar la Constitución que data de la dictadura (1973-1990). “Estamos dispuestos a conversarlo todo, incluyendo una reforma a la Constitución”, afirmó el mandatario.

En un guiño al sector empresarial, Piñera anunció un paquete de ayuda a 6.800 pequeñas, y micro empresas afectadas por la crisis social y que han sido catastradas por el gobierno.

Violentas manifestaciones
Piñera ha encarado el estallido social con un paquete de reformas sociales, que incluyen un aumento de un 20% en las pensiones básicas y una rebaja en las cuentas de la electricidad. Removió a ocho de sus 24 ministros, incluido su jefe de gabinete y primo Andrés Chadwick, y a su ministro de Hacienda, Felipe Larraín. Pero sus medidas no logran acallar las protestas.

La Constitución
° Aprobada en 1980 en un cuestionado plebiscito, la Constitución fue un traje a la medida para que el régimen de Pinochet y los sectores conservadores pudieran mantener su poder, incluso más allá del fin de la dictadura, en 1990, y hoy es señalada como origen de las desigualdades en la sociedad chilena.

Su ideólogo Jaime Guzmán, asesinado por un comando de izquierda en 1991, instauró quorum altísimos para cualquier modificación de fondo de la carta magna y estableció además una serie de “enclaves autoritarios”, como senadores designados y la imposibilidad de remover a los jefes de las Fuerzas Armadas.

Dispuesto al diálogo
Como una opción para desactivar la crisis, Piñera también se mostró por primera vez abierto a reformar la Constitución que data de la dictadura (1973-1990). “Estamos dispuestos a conversarlo todo, incluyendo una reforma a la Constitución”, afirmó el mandatario.

En un guiño al sector empresarial, Piñera anunció un paquete de ayuda a 6.800 pequeñas, y micro empresas afectadas por la crisis social y que han sido catastradas por el gobierno.

Violentas manifestaciones
Piñera ha encarado el estallido social con un paquete de reformas sociales, que incluyen un aumento de un 20% en las pensiones básicas y una rebaja en las cuentas de la electricidad. Removió a ocho de sus 24 ministros, incluido su jefe de gabinete y primo Andrés Chadwick, y a su ministro de Hacienda, Felipe Larraín. Pero sus medidas no logran acallar las protestas.

La Constitución
° Aprobada en 1980 en un cuestionado plebiscito, la Constitución fue un traje a la medida para que el régimen de Pinochet y los sectores conservadores pudieran mantener su poder, incluso más allá del fin de la dictadura, en 1990, y hoy es señalada como origen de las desigualdades en la sociedad chilena.

Su ideólogo Jaime Guzmán, asesinado por un comando de izquierda en 1991, instauró quorum altísimos para cualquier modificación de fondo de la carta magna y estableció además una serie de “enclaves autoritarios”, como senadores designados y la imposibilidad de remover a los jefes de las Fuerzas Armadas.

Dispuesto al diálogo
Como una opción para desactivar la crisis, Piñera también se mostró por primera vez abierto a reformar la Constitución que data de la dictadura (1973-1990). “Estamos dispuestos a conversarlo todo, incluyendo una reforma a la Constitución”, afirmó el mandatario.

En un guiño al sector empresarial, Piñera anunció un paquete de ayuda a 6.800 pequeñas, y micro empresas afectadas por la crisis social y que han sido catastradas por el gobierno.

Violentas manifestaciones
Piñera ha encarado el estallido social con un paquete de reformas sociales, que incluyen un aumento de un 20% en las pensiones básicas y una rebaja en las cuentas de la electricidad. Removió a ocho de sus 24 ministros, incluido su jefe de gabinete y primo Andrés Chadwick, y a su ministro de Hacienda, Felipe Larraín. Pero sus medidas no logran acallar las protestas.

La Constitución
° Aprobada en 1980 en un cuestionado plebiscito, la Constitución fue un traje a la medida para que el régimen de Pinochet y los sectores conservadores pudieran mantener su poder, incluso más allá del fin de la dictadura, en 1990, y hoy es señalada como origen de las desigualdades en la sociedad chilena.

Su ideólogo Jaime Guzmán, asesinado por un comando de izquierda en 1991, instauró quorum altísimos para cualquier modificación de fondo de la carta magna y estableció además una serie de “enclaves autoritarios”, como senadores designados y la imposibilidad de remover a los jefes de las Fuerzas Armadas.

Dispuesto al diálogo
Como una opción para desactivar la crisis, Piñera también se mostró por primera vez abierto a reformar la Constitución que data de la dictadura (1973-1990). “Estamos dispuestos a conversarlo todo, incluyendo una reforma a la Constitución”, afirmó el mandatario.

En un guiño al sector empresarial, Piñera anunció un paquete de ayuda a 6.800 pequeñas, y micro empresas afectadas por la crisis social y que han sido catastradas por el gobierno.

Violentas manifestaciones
Piñera ha encarado el estallido social con un paquete de reformas sociales, que incluyen un aumento de un 20% en las pensiones básicas y una rebaja en las cuentas de la electricidad. Removió a ocho de sus 24 ministros, incluido su jefe de gabinete y primo Andrés Chadwick, y a su ministro de Hacienda, Felipe Larraín. Pero sus medidas no logran acallar las protestas.

La Constitución
° Aprobada en 1980 en un cuestionado plebiscito, la Constitución fue un traje a la medida para que el régimen de Pinochet y los sectores conservadores pudieran mantener su poder, incluso más allá del fin de la dictadura, en 1990, y hoy es señalada como origen de las desigualdades en la sociedad chilena.

Su ideólogo Jaime Guzmán, asesinado por un comando de izquierda en 1991, instauró quorum altísimos para cualquier modificación de fondo de la carta magna y estableció además una serie de “enclaves autoritarios”, como senadores designados y la imposibilidad de remover a los jefes de las Fuerzas Armadas.