Terrorismo y crisis

Los actos de inusitada violencia, de incontenible barbarie, llenos de odio, venganza y salvajismo, que se propagaron en varios países de Latinoamérica y con claros síntomas desestabilizadores contra regímenes democráticos, demuestran penosamente, lo contrario. El confabulatorio Foro de Sao Paulo ha llevado a nuestros pueblos a una vorágine de miseria, desencanto, desilusión y frustraciones. Los Castro (+) y Chávez (+), en sus condiciones de ideólogos, con seguidores ramplones, obsecuentes y pusilánimes, como los Lula da Silva en Brasil; Maduro en Venezuela; Correa en Ecuador; Morales en Bolivia; Kichner-Fernández en Argentina; Bachelet en Chile; Ortega en Nicaragua y muchos más, con las mismas “excepcionales virtudes”, paranoicas y autoritarias. Lo sucedido casi al mismo tiempo en Ecuador, Chile y Bolivia es la medida de una irracionalidad sin límites del ser humano, nunca vistos y sin precedentes. La eliminación de los subsidios a los combustibles en Ecuador; el aumento de 4 centavos de dólares al pasaje del Metro en Chile y elecciones fraudulentas en Bolivia, originaron el estallido social con actos de incalificable vandalismo y terrorismo. Esas hordas salvajes con delincuentes encapuchados, orquestadas por Cuba, Venezuela y Rusia, en complicidad con el nefasto expresidente de Ecuador, destruyeron lo poco o nada de lo que tenemos. No hay respecto a nada ni a nadie. No existen triunfadores en la violencia, todos perdemos. Desaparecen la cohesión social, la confianza. Se debilita y se resquebraja la institucionalidad de los países. No solo saquearon los erarios o tesoros públicos, se robaron también nuestras esperanzas, nuestros sueños e ilusiones. No podemos seguir ciegos y engañados por estos sátrapas.

Fabián Francisco Pérez de Castro
C.C. 170237767-0

Los actos de inusitada violencia, de incontenible barbarie, llenos de odio, venganza y salvajismo, que se propagaron en varios países de Latinoamérica y con claros síntomas desestabilizadores contra regímenes democráticos, demuestran penosamente, lo contrario. El confabulatorio Foro de Sao Paulo ha llevado a nuestros pueblos a una vorágine de miseria, desencanto, desilusión y frustraciones. Los Castro (+) y Chávez (+), en sus condiciones de ideólogos, con seguidores ramplones, obsecuentes y pusilánimes, como los Lula da Silva en Brasil; Maduro en Venezuela; Correa en Ecuador; Morales en Bolivia; Kichner-Fernández en Argentina; Bachelet en Chile; Ortega en Nicaragua y muchos más, con las mismas “excepcionales virtudes”, paranoicas y autoritarias. Lo sucedido casi al mismo tiempo en Ecuador, Chile y Bolivia es la medida de una irracionalidad sin límites del ser humano, nunca vistos y sin precedentes. La eliminación de los subsidios a los combustibles en Ecuador; el aumento de 4 centavos de dólares al pasaje del Metro en Chile y elecciones fraudulentas en Bolivia, originaron el estallido social con actos de incalificable vandalismo y terrorismo. Esas hordas salvajes con delincuentes encapuchados, orquestadas por Cuba, Venezuela y Rusia, en complicidad con el nefasto expresidente de Ecuador, destruyeron lo poco o nada de lo que tenemos. No hay respecto a nada ni a nadie. No existen triunfadores en la violencia, todos perdemos. Desaparecen la cohesión social, la confianza. Se debilita y se resquebraja la institucionalidad de los países. No solo saquearon los erarios o tesoros públicos, se robaron también nuestras esperanzas, nuestros sueños e ilusiones. No podemos seguir ciegos y engañados por estos sátrapas.

Fabián Francisco Pérez de Castro
C.C. 170237767-0

Los actos de inusitada violencia, de incontenible barbarie, llenos de odio, venganza y salvajismo, que se propagaron en varios países de Latinoamérica y con claros síntomas desestabilizadores contra regímenes democráticos, demuestran penosamente, lo contrario. El confabulatorio Foro de Sao Paulo ha llevado a nuestros pueblos a una vorágine de miseria, desencanto, desilusión y frustraciones. Los Castro (+) y Chávez (+), en sus condiciones de ideólogos, con seguidores ramplones, obsecuentes y pusilánimes, como los Lula da Silva en Brasil; Maduro en Venezuela; Correa en Ecuador; Morales en Bolivia; Kichner-Fernández en Argentina; Bachelet en Chile; Ortega en Nicaragua y muchos más, con las mismas “excepcionales virtudes”, paranoicas y autoritarias. Lo sucedido casi al mismo tiempo en Ecuador, Chile y Bolivia es la medida de una irracionalidad sin límites del ser humano, nunca vistos y sin precedentes. La eliminación de los subsidios a los combustibles en Ecuador; el aumento de 4 centavos de dólares al pasaje del Metro en Chile y elecciones fraudulentas en Bolivia, originaron el estallido social con actos de incalificable vandalismo y terrorismo. Esas hordas salvajes con delincuentes encapuchados, orquestadas por Cuba, Venezuela y Rusia, en complicidad con el nefasto expresidente de Ecuador, destruyeron lo poco o nada de lo que tenemos. No hay respecto a nada ni a nadie. No existen triunfadores en la violencia, todos perdemos. Desaparecen la cohesión social, la confianza. Se debilita y se resquebraja la institucionalidad de los países. No solo saquearon los erarios o tesoros públicos, se robaron también nuestras esperanzas, nuestros sueños e ilusiones. No podemos seguir ciegos y engañados por estos sátrapas.

Fabián Francisco Pérez de Castro
C.C. 170237767-0

Los actos de inusitada violencia, de incontenible barbarie, llenos de odio, venganza y salvajismo, que se propagaron en varios países de Latinoamérica y con claros síntomas desestabilizadores contra regímenes democráticos, demuestran penosamente, lo contrario. El confabulatorio Foro de Sao Paulo ha llevado a nuestros pueblos a una vorágine de miseria, desencanto, desilusión y frustraciones. Los Castro (+) y Chávez (+), en sus condiciones de ideólogos, con seguidores ramplones, obsecuentes y pusilánimes, como los Lula da Silva en Brasil; Maduro en Venezuela; Correa en Ecuador; Morales en Bolivia; Kichner-Fernández en Argentina; Bachelet en Chile; Ortega en Nicaragua y muchos más, con las mismas “excepcionales virtudes”, paranoicas y autoritarias. Lo sucedido casi al mismo tiempo en Ecuador, Chile y Bolivia es la medida de una irracionalidad sin límites del ser humano, nunca vistos y sin precedentes. La eliminación de los subsidios a los combustibles en Ecuador; el aumento de 4 centavos de dólares al pasaje del Metro en Chile y elecciones fraudulentas en Bolivia, originaron el estallido social con actos de incalificable vandalismo y terrorismo. Esas hordas salvajes con delincuentes encapuchados, orquestadas por Cuba, Venezuela y Rusia, en complicidad con el nefasto expresidente de Ecuador, destruyeron lo poco o nada de lo que tenemos. No hay respecto a nada ni a nadie. No existen triunfadores en la violencia, todos perdemos. Desaparecen la cohesión social, la confianza. Se debilita y se resquebraja la institucionalidad de los países. No solo saquearon los erarios o tesoros públicos, se robaron también nuestras esperanzas, nuestros sueños e ilusiones. No podemos seguir ciegos y engañados por estos sátrapas.

Fabián Francisco Pérez de Castro
C.C. 170237767-0