Cambio

El escritor árabe Hernán Hasse, sostiene que “El que quiere nacer tiene que destruir un mundo”.

Este celebre pensamiento cabe perfectamente para aplicárselo en este comentario.

Para mi ese es el cambio. Cambiar no es simplemente dar, poner o tomar una cosa por otra. “Cambio es romper las viejas estructuras, los sistemas, los procedimientos, las costumbres, las tradiciones e incluso los valores”.

En el escenario histórico de la humanidad mucho se escrito y hablado del cambio e incluso se han producido algunos cambios. Sin embargo, pocos son los logros alcanzados. Hoy vivimos con la misma cultura de antaño. No hay luces que nos permitan avizorar una esperanza inmediata.

Si queremos el cambio, hay que dar al traste con lo que está mal y comenzar de nuevo, rescatando lo más importante. Que es difícil, esto es cierto. Pero hay que afrontar el reto, es lógico. Que algunos saldrán perjudicados, también es cierto.

Nunca es tarde para liar los bártulos. Todavía hay tiempo para combatir por el bien de los demás. Aún estamos a tiempo para transformar a nuestra sociedad y salvarla del vendaval de antivalores que con negativa agresividad está destruyéndola.

Largos y difíciles son los caminos que hay que recorrer. Pero aunque estén tan distantes, la alternativa es el cambio de nuestras actitudes.

Este es el reto todos y la única autopista en procura de mudar de aires a una sociedad golpeada por un materialismo ciego que nos ha causado un sinfín de trastornos sociales que están reflejados en un estilo de vida incongruente, cuyos frutos están presentes en la delincuencia, en la crisis económica, en la desintegración familiar, en la drogadicción, en el alcoholismo, en la exclusión y en ese afán delirante de acumular dinero a como dé lugar. (O)