Habitantes de Picaihua castigaron a dos presuntos ladrones

TRASLADO. Personal del Grupo Operativo Especial llevó a los involucrados hasta un patrullero.
TRASLADO. Personal del Grupo Operativo Especial llevó a los involucrados hasta un patrullero.
TRASLADO. Personal del Grupo Operativo Especial llevó a los involucrados hasta un patrullero.
TRASLADO. Personal del Grupo Operativo Especial llevó a los involucrados hasta un patrullero.
TRASLADO. Personal del Grupo Operativo Especial llevó a los involucrados hasta un patrullero.
TRASLADO. Personal del Grupo Operativo Especial llevó a los involucrados hasta un patrullero.
TRASLADO. Personal del Grupo Operativo Especial llevó a los involucrados hasta un patrullero.
TRASLADO. Personal del Grupo Operativo Especial llevó a los involucrados hasta un patrullero.

Rolando Bladimir M., de 23 años y Juan Gabriel D. se libraron de ser ortigados por los enfurecidos habitantes del barrio San Juan en la parroquia Picaihua.

Y es que fueron acusados del robo de accesorios del carro de un morador de la zona, quien lo habría dejado estacionado sin imaginarse que sería víctima de los delincuentes.

Hechos

El delito se habría perpetrado en la noche del martes, mientras el propietario del automotor lo dejó estacionado por pocos minutos fuera de su vivienda y a su regreso descubrió a los sospechosos sacándose varios accesorios.

El hombre decidió seguir a los sujetos que abordaron un carro Great Wall, pero al no lograr escapar se chocaron contra la vereda del sitio y se quedaron atrancados.

Fue en ese instante que la víctima dio aviso a los vecinos, quienes con palos, agua y ortiga salieron de los inmuebles.

Castigo

Tanto Rolando como Juan fueron llevados hasta la cancha de tierra del sector, en la mitad de esta se tenía preparado el castigo para los involucrados.

Antes de su arribo a este lugar, ya fueron golpeados en el rostro y en el cuerpo por los habitantes, lo que faltaba era el baño de purificación.

Lo que buscaban las decenas de personas que se reunieron, era realizar justicia por su propia cuenta, pero la alerta llegó al Servicio Integrado de Seguridad ECU 911 y se envió a diferentes unidades policiales, por lo que en algo se calmó los ánimos de la gente.

Procedimiento

Para resguardar la integridad física de los retenidos por los habitantes arribó personal del Distrito Sur de la Policía Nacional, el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de Tungurahua.

Los policías conversaron con los habitantes. Se solicitó la presencia de Susana Llumiquinga, fiscal de Flagrancia de Ambato y Omar Ángel Altamirano, teniente Político de la parroquia Picaihua.

A pesar de varias conversaciones, la gente se negaba a entregar a los retenidos hasta que exista un acuerdo conciliatorio entre la víctima y los acusados.

Es así que con el pasar de los minutos el perjudicado habría pedido que se le entregue 800 dólares, dinero que habría sido entregado ante las autoridades competentes.

Con este antecedente, la Policía les dio lectura de sus derechos a los sospechosos y los trasladó primero a una casa de salud y luego a la Unidad de Aseguramiento Transitorio hasta la hora de la audiencia de flagrancia.

Pruebas

Mientras tanto personal de la Policía Nacional que resguarda en la parroquia, realizó un registro en el interior del automotor donde circulaban los sospechosos.

En este se descubrió un socker en el asiento posterior y a pocos metros en el patio de un bar se encontró la tapa de fusibles y partes del tablero.

Por aquello la Policía Nacional requirió a través de la radio de sus unidades especializadas como Criminalística y Policía Judicial para el levantamiento de pruebas.

Las cosas fueron llevadas en cadena de custodia hasta el Centro de Acopio de la Policía Nacional, mientras que el carro donde estaban los sospechosos se lo ingresó a los patios de la Policía Judicial por una grúa particular.

La fiscal Susana Llumiquinga aclaró que a su llegada los sujetos estaban con el torso descubierto, por lo que los golpes que habían recibido eran visibles.

“Un día anterior habrían robado una camioneta Toyota, a la que la desmantelaron en su totalidad y es por eso es que la gente se encontraba indignada”, afirmó la autoridad. (EV)

Rolando Bladimir M., de 23 años y Juan Gabriel D. se libraron de ser ortigados por los enfurecidos habitantes del barrio San Juan en la parroquia Picaihua.

Y es que fueron acusados del robo de accesorios del carro de un morador de la zona, quien lo habría dejado estacionado sin imaginarse que sería víctima de los delincuentes.

Hechos

El delito se habría perpetrado en la noche del martes, mientras el propietario del automotor lo dejó estacionado por pocos minutos fuera de su vivienda y a su regreso descubrió a los sospechosos sacándose varios accesorios.

El hombre decidió seguir a los sujetos que abordaron un carro Great Wall, pero al no lograr escapar se chocaron contra la vereda del sitio y se quedaron atrancados.

Fue en ese instante que la víctima dio aviso a los vecinos, quienes con palos, agua y ortiga salieron de los inmuebles.

Castigo

Tanto Rolando como Juan fueron llevados hasta la cancha de tierra del sector, en la mitad de esta se tenía preparado el castigo para los involucrados.

Antes de su arribo a este lugar, ya fueron golpeados en el rostro y en el cuerpo por los habitantes, lo que faltaba era el baño de purificación.

Lo que buscaban las decenas de personas que se reunieron, era realizar justicia por su propia cuenta, pero la alerta llegó al Servicio Integrado de Seguridad ECU 911 y se envió a diferentes unidades policiales, por lo que en algo se calmó los ánimos de la gente.

Procedimiento

Para resguardar la integridad física de los retenidos por los habitantes arribó personal del Distrito Sur de la Policía Nacional, el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de Tungurahua.

Los policías conversaron con los habitantes. Se solicitó la presencia de Susana Llumiquinga, fiscal de Flagrancia de Ambato y Omar Ángel Altamirano, teniente Político de la parroquia Picaihua.

A pesar de varias conversaciones, la gente se negaba a entregar a los retenidos hasta que exista un acuerdo conciliatorio entre la víctima y los acusados.

Es así que con el pasar de los minutos el perjudicado habría pedido que se le entregue 800 dólares, dinero que habría sido entregado ante las autoridades competentes.

Con este antecedente, la Policía les dio lectura de sus derechos a los sospechosos y los trasladó primero a una casa de salud y luego a la Unidad de Aseguramiento Transitorio hasta la hora de la audiencia de flagrancia.

Pruebas

Mientras tanto personal de la Policía Nacional que resguarda en la parroquia, realizó un registro en el interior del automotor donde circulaban los sospechosos.

En este se descubrió un socker en el asiento posterior y a pocos metros en el patio de un bar se encontró la tapa de fusibles y partes del tablero.

Por aquello la Policía Nacional requirió a través de la radio de sus unidades especializadas como Criminalística y Policía Judicial para el levantamiento de pruebas.

Las cosas fueron llevadas en cadena de custodia hasta el Centro de Acopio de la Policía Nacional, mientras que el carro donde estaban los sospechosos se lo ingresó a los patios de la Policía Judicial por una grúa particular.

La fiscal Susana Llumiquinga aclaró que a su llegada los sujetos estaban con el torso descubierto, por lo que los golpes que habían recibido eran visibles.

“Un día anterior habrían robado una camioneta Toyota, a la que la desmantelaron en su totalidad y es por eso es que la gente se encontraba indignada”, afirmó la autoridad. (EV)

Rolando Bladimir M., de 23 años y Juan Gabriel D. se libraron de ser ortigados por los enfurecidos habitantes del barrio San Juan en la parroquia Picaihua.

Y es que fueron acusados del robo de accesorios del carro de un morador de la zona, quien lo habría dejado estacionado sin imaginarse que sería víctima de los delincuentes.

Hechos

El delito se habría perpetrado en la noche del martes, mientras el propietario del automotor lo dejó estacionado por pocos minutos fuera de su vivienda y a su regreso descubrió a los sospechosos sacándose varios accesorios.

El hombre decidió seguir a los sujetos que abordaron un carro Great Wall, pero al no lograr escapar se chocaron contra la vereda del sitio y se quedaron atrancados.

Fue en ese instante que la víctima dio aviso a los vecinos, quienes con palos, agua y ortiga salieron de los inmuebles.

Castigo

Tanto Rolando como Juan fueron llevados hasta la cancha de tierra del sector, en la mitad de esta se tenía preparado el castigo para los involucrados.

Antes de su arribo a este lugar, ya fueron golpeados en el rostro y en el cuerpo por los habitantes, lo que faltaba era el baño de purificación.

Lo que buscaban las decenas de personas que se reunieron, era realizar justicia por su propia cuenta, pero la alerta llegó al Servicio Integrado de Seguridad ECU 911 y se envió a diferentes unidades policiales, por lo que en algo se calmó los ánimos de la gente.

Procedimiento

Para resguardar la integridad física de los retenidos por los habitantes arribó personal del Distrito Sur de la Policía Nacional, el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de Tungurahua.

Los policías conversaron con los habitantes. Se solicitó la presencia de Susana Llumiquinga, fiscal de Flagrancia de Ambato y Omar Ángel Altamirano, teniente Político de la parroquia Picaihua.

A pesar de varias conversaciones, la gente se negaba a entregar a los retenidos hasta que exista un acuerdo conciliatorio entre la víctima y los acusados.

Es así que con el pasar de los minutos el perjudicado habría pedido que se le entregue 800 dólares, dinero que habría sido entregado ante las autoridades competentes.

Con este antecedente, la Policía les dio lectura de sus derechos a los sospechosos y los trasladó primero a una casa de salud y luego a la Unidad de Aseguramiento Transitorio hasta la hora de la audiencia de flagrancia.

Pruebas

Mientras tanto personal de la Policía Nacional que resguarda en la parroquia, realizó un registro en el interior del automotor donde circulaban los sospechosos.

En este se descubrió un socker en el asiento posterior y a pocos metros en el patio de un bar se encontró la tapa de fusibles y partes del tablero.

Por aquello la Policía Nacional requirió a través de la radio de sus unidades especializadas como Criminalística y Policía Judicial para el levantamiento de pruebas.

Las cosas fueron llevadas en cadena de custodia hasta el Centro de Acopio de la Policía Nacional, mientras que el carro donde estaban los sospechosos se lo ingresó a los patios de la Policía Judicial por una grúa particular.

La fiscal Susana Llumiquinga aclaró que a su llegada los sujetos estaban con el torso descubierto, por lo que los golpes que habían recibido eran visibles.

“Un día anterior habrían robado una camioneta Toyota, a la que la desmantelaron en su totalidad y es por eso es que la gente se encontraba indignada”, afirmó la autoridad. (EV)

Rolando Bladimir M., de 23 años y Juan Gabriel D. se libraron de ser ortigados por los enfurecidos habitantes del barrio San Juan en la parroquia Picaihua.

Y es que fueron acusados del robo de accesorios del carro de un morador de la zona, quien lo habría dejado estacionado sin imaginarse que sería víctima de los delincuentes.

Hechos

El delito se habría perpetrado en la noche del martes, mientras el propietario del automotor lo dejó estacionado por pocos minutos fuera de su vivienda y a su regreso descubrió a los sospechosos sacándose varios accesorios.

El hombre decidió seguir a los sujetos que abordaron un carro Great Wall, pero al no lograr escapar se chocaron contra la vereda del sitio y se quedaron atrancados.

Fue en ese instante que la víctima dio aviso a los vecinos, quienes con palos, agua y ortiga salieron de los inmuebles.

Castigo

Tanto Rolando como Juan fueron llevados hasta la cancha de tierra del sector, en la mitad de esta se tenía preparado el castigo para los involucrados.

Antes de su arribo a este lugar, ya fueron golpeados en el rostro y en el cuerpo por los habitantes, lo que faltaba era el baño de purificación.

Lo que buscaban las decenas de personas que se reunieron, era realizar justicia por su propia cuenta, pero la alerta llegó al Servicio Integrado de Seguridad ECU 911 y se envió a diferentes unidades policiales, por lo que en algo se calmó los ánimos de la gente.

Procedimiento

Para resguardar la integridad física de los retenidos por los habitantes arribó personal del Distrito Sur de la Policía Nacional, el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de Tungurahua.

Los policías conversaron con los habitantes. Se solicitó la presencia de Susana Llumiquinga, fiscal de Flagrancia de Ambato y Omar Ángel Altamirano, teniente Político de la parroquia Picaihua.

A pesar de varias conversaciones, la gente se negaba a entregar a los retenidos hasta que exista un acuerdo conciliatorio entre la víctima y los acusados.

Es así que con el pasar de los minutos el perjudicado habría pedido que se le entregue 800 dólares, dinero que habría sido entregado ante las autoridades competentes.

Con este antecedente, la Policía les dio lectura de sus derechos a los sospechosos y los trasladó primero a una casa de salud y luego a la Unidad de Aseguramiento Transitorio hasta la hora de la audiencia de flagrancia.

Pruebas

Mientras tanto personal de la Policía Nacional que resguarda en la parroquia, realizó un registro en el interior del automotor donde circulaban los sospechosos.

En este se descubrió un socker en el asiento posterior y a pocos metros en el patio de un bar se encontró la tapa de fusibles y partes del tablero.

Por aquello la Policía Nacional requirió a través de la radio de sus unidades especializadas como Criminalística y Policía Judicial para el levantamiento de pruebas.

Las cosas fueron llevadas en cadena de custodia hasta el Centro de Acopio de la Policía Nacional, mientras que el carro donde estaban los sospechosos se lo ingresó a los patios de la Policía Judicial por una grúa particular.

La fiscal Susana Llumiquinga aclaró que a su llegada los sujetos estaban con el torso descubierto, por lo que los golpes que habían recibido eran visibles.

“Un día anterior habrían robado una camioneta Toyota, a la que la desmantelaron en su totalidad y es por eso es que la gente se encontraba indignada”, afirmó la autoridad. (EV)