Félix Aráuz: el lenguaje de los colores

Por Abril Altamirano • “Si Félix se duerme temprano, al día siguiente se levanta a las 06:30. En vez de bajar a desayunar, se va directo a su estudio y se pone a pintar”, cuenta Nila Villafuerte, esposa del artista guayaquileño Félix Aráuz.

TOME NOTA
La muestra zestará abierta hasta el 13 de marzo. La entrada es libre.
Por más de 50 años, ha acompañado con paciencia y amor la peculiar rutina de su marido, quien desde muy joven se dedicó en cuerpo y alma a su pasión: la pintura.

En mayo, Aráuz llegará a los 85 años con el pincel todavía firme en su mano. Contemporáneo de Enrique Tábara y Luis Miranda, compartió con ellos la época de esplendor del arte guayaquileño. A Nila la conoció por su hermano, el fallecido artista Juan Villafuerte, que fue su compañero en la Escuela de Bellas Artes.

ESTUDIO. El taller del artista se encuentra dentro de su casa, en Guayaquil.  (Foto de Cortesía)
ESTUDIO. El taller del artista se encuentra dentro de su casa, en Guayaquil. (Foto de Cortesía)

“Iba a la casa siempre, pero yo lo trataba como amigo de mi hermano. Parece que le caí muy bien, se enamoró y un día se me declaró”, recuerda, entre risas. Ambos tenían más de 30 años cuando comenzaron a salir; un año después, se casaron y tuvieron a su único hijo, Joffre Fabián Aráuz Villafuerte, quien hoy es arquitecto.

Esta exposición busca rendirle homenaje al maestro y a estas generaciones de artistas que, aunque son reconocidos, a veces dejan de tener voz”. María Fernanda Aguirre, Coordinadora Cultural del CEN.
Nila ejerció la enfermería hasta que contrajeron matrimonio; después, se dedicó al cuidado del hogar. Maravillosamente, Aráuz logró sacar adelante a su familia dedicándose por completo al arte.

Vivir por y para pintar

En 2012, el Centro Ecuatoriano Norteamericano (CEN) celebró sus 60 años de fundación con un homenaje a los artistas que han pasado por su galería, en Guayaquil. Así fue que María Fernanda Aguirre, Coordinadora Cultural del CEN, tuvo la oportunidad de visitar la vivienda del maestro, ubicada en Alborada.

RETRATO. El arte figurativo inspirado en infantes es una constante en su obra.
RETRATO. El arte figurativo inspirado en infantes es una constante en su obra.

Su taller, cuenta, está dentro del hogar, junto al cuarto que comparte con su esposa. “Cuando entras percibes mucha dedicación, entrega y vocación por lo que él hace”, dice. “Aún sin conocer al maestro, sabes que quien pinta ahí es una persona volcada al cien por ciento a su pasión”.

Aguirre destaca, además, la calidez del ambiente familiar que el artista ha construido alrededor de su lugar de trabajo, iluminado por grandes ventanales que despejan la vista al patio de la casa.

En este espacio nacieron los 23 cuadros que componen la muestra ‘Sigo adelante’, la primera de Aráuz en la sede del CEN en Quito.

Se trata de una recopilación de los últimos trabajos del maestro, de 2017 a 2019.

VARIEDAD. Su obra oscila entre lo abstracto y el realismo.
VARIEDAD. Su obra oscila entre lo abstracto y el realismo.

Sus creaciones abstractas contrastan con los retratos de niños, que se han convertido en parte esencial de la identidad de su obra. “Le recuerdan a su época de maestro, la más feliz de su vida”, comenta Nila.

Él se ha dedicado en cuerpo y alma a la pintura. Tiene más de 60 años pintando”. Nila Villafuerte, esposa del artista.

A pesar de que, según ella, la venta de sus cuadros ha decaído considerablemente en los últimos años, el artista continúa produciendo con la misma constancia que lo caracterizó siempre.