Impotencia, es el sentimiento que embarga a Víctor López, ambateño que lleva en México alrededor de un mes sin poder regresar al Ecuador.
A inicios de marzo viajó al extranjero para realizar un recorrido de centros de nutrición con sus compañeros de maestría, sin embargo, la emergencia sanitaria lo tomó desprevenido y se quedó en el extranjero.
«Estábamos en Cancún cuando el Gobierno de Ecuador cerró las fronteras, me demoré menos de una hora y media y ya no alcancé vuelos», recuerda López.
En ese momento le dieron la posibilidad de regresar a Guadalajara, lugar en el que inició su viaje en México, en ese momento pensó que las cosas podrían ser mejor, sin embargo, no se concretó nada.
«En Guadalajara me daban vuelo a Perú y de ahí tenía que ver cómo entrar a Ecuador y eso no me convenía, por eso me quedé en México», añadió el ambateño.
Desde ese momento empezó su viacrusi para ver si logra retornar a la ciudad.
Papeleo
Así en el aeropuerto de Guadalajara se puso en contacto con otros ecuatorianos en su misma situación, con quienes actualmente se comunica a través del grupo de WhatsApp que tienen.
«Unas personas empezaron a liderar los trámites con la embajada y sin mentir hemos llenado varios formularios para ver si es que podemos volver, pero no logramos ninguna respuesta«, López.
Angustia
En el grupo hay alrededor de 160 personas quienes tiene realidades diferentes. Pues muchas de ellas ya no tienen para seguir subsistiendo en México y ante el pronunciamiento del Gobierno ecuatoriano de que las fronteras seguirán cerradas hasta finales de abril las cosas se complican más.
«Luego de la insistencia y de todo lo que pasamos en Guadalajara, yo tenía vuelo para el 7 de abril, pero con la ampliación de las medidas ya la agencia me va a hacer el reembolso del pasaje y yo tendré que arreglármelas como pueda para lograr regresar a Ecuador», dijo el ambateño.
Señaló que el cuenta con la ayuda de la familia de uno de sus compañeros que lo está acogiendo en su casa, pero relata que hay ecuatorianos que inclusive han dormido al pie de la embajada ecuatoriana en México DF al no contar con más recursos para mantenerse.
«Esto se pone cada vez más complicado, esperemos que las autoridades tomen en cuenta nuestras peticiones para que podamos regresar al país»,enfatizó.
Esperanza
Para López el poder hablar con sus padres todos los días es algo que le ayuda a sobrellevar la lejanía a la que están obligados.
«A través de las redes sociales acá se ven cosas terribles, sobre todo de lo que pasa en Guayaquil, sé que en Ambato las cosas no están iguales, pero eso no me quita ni un poco la preocupación por mi familia», finalizó López, agregando que tiene la esperanza de que pronto podrá regresar nuevamente a Ambato para estar con las personas que ama. (NVP)